miércoles, 30 de marzo de 2011

COCODRILO QUE SE DUERME ES CARTERA …


Ayer fueron por los derechos de unos, después por los de otros y hoy ya vienen por los míos. ¿Qué hago? Los groseros e incalificables atentados a la libertad de expresión y la violación sistemática de los derechos de millones de ciudadanos argentinos no hace más que reflejar una pérdida paulatina de calidad institucional, con el agravante de que cada vez más nuestra sociedad va acostumbrándose a estos atropellos por parte del Poder Ejecutivo, erigido ya en tiranía anulando de una u otra manera los otros dos poderes del Estado, Judicial y Legislativo, que han pasado a ser meros y silenciosos observadores de los abusos y desquicios que comete este gobierno en perjuicio de tota la ciudadanía, que con asombro ven perder su calidad de ciudadanos para convertirse en un mero esclavo de los caprichos del poder que, ante la ausencia de quienes deberían ponerle limites, no deja de tomar venganza en quienes no aceptan esta vergonzosa situación. En estos días pasados, con consternación, todo el pueblo ha podido comprobar el desprecio con que el gobierno se maneja ante la acción de la Justicia; permitiendo que durante 12 horas se cortara la libre circulación de vehículos en las entradas de centros de distribución de dos grandes periódicos con presencia nacional, obviando en abierto desconocimiento la garantía constitucional de libertad de prensa. Más allá del delito y la inacción de las fuerzas públicas ante el mismo, orillando en la complicidad, están las garantías constitucionales burladas, violadas y sin miras de ser reparadas, ya que la Justicia ha pasado a ser una Justicia castrada. Según Rudolf Von Ihering -Lucha por El derecho-: “…la espada sin la balanza es el Derecho de la fuerza bruta y la balanza sin la espada es el Derecho en su impotencia”, en pocas palabras, Justicia castrada… que es la que tristemente padecemos hoy los argentinos. Esta anómala situación ha llevado a muchos medios radiales, televisivos, periódicos y periodistas a rechazar, condenar y reclamar por esta clara actitud abusiva del gobierno; es entonces que deberíamos pensar y preguntarnos ¿de qué nos sorprendemos, medios y periodistas de esta actitud abusiva? ¿Es que acaso pensaron que a ellos nunca les llegaría el “tsunami”? Estas cosas suelen pasar cuando en la sociedad se pierden de vista los derechos constitucionales de todos. Abraham Lincoln solía referirse a esto “...en un lugar donde un ciudadano busque Justicia y no la consiga en poco tiempo en ese lugar nadie la conseguirá…” Es por este pensamiento que sería bueno preguntarles a los medios y periodistas hoy ofendidos por los abusos y pérdidas de las libertades y derechos, ¿dónde estaban y qué hicieron a favor de los pobres jubilados, a los cuales les vienen negando sus Derechos Constitucionales desde hace más de 30 años con el silencio cómplice o la omisión culposa de renegar ante tamaña injusticia? ¿Cuántas movilizaciones los jubilados hicieron en reclamo de sus Derechos Constitucionales de la Seguridad Social (Art. 14 Bis) sin el merecido acompañamiento publicitario de los que hoy se quejan por esta arbitrariedad? El feroz individualismo que reina en los argentinos nos ha llevado a pensar que “…a mí no me va a tocar...” como desde hace mucho tiempo les viene tocando a los pobres jubilados o también como les tocó a colegas periodistas independientes castigados con injustas persecuciones y allanamientos poniendo en serio peligro la seguridad de los mismos y sus familias ante el silencio de muchos y sin que tronara la santa indignación ante esa ignominiosa situación. Nuestro problema fundamental como argentinos es el desprecio y la falta de interés por el respeto irrestricto a la Constitución Nacional por parte de los que mandan y por nosotros mismos, que llegamos al extremo de aceptar una reforma constitucional promovida por un gobierno de facto y aceptándole una entidad jurídica que nunca pudo tener; a su vez aceptamos como válidas aberrantes violaciones constitucionales que deberían castigarse con serio rigor para de esta manera afianzar la justicia y vivir dentro de la ley y no en la marginalidad, como actualmente nos toca vivir, donde el decente vive tras las rejas y el que delinque goza de plena libertad para continuar con sus fechorías afectando al conjunto. Mi opinión personal es que de nada sirve quejarse de una violación; lo justo y lógico sería que no existiera, por lo menos no permitirla y para ello, todos los argentinos, sin importar creencias religiosas, ideas políticas o etnias, encolumnarnos detrás de una cruzada que nos lleve al respeto de los Derechos y Garantías Constitucionales de todos y cada uno de nosotros, y allí donde encontremos un abuso o violación en uno solo, salgamos todos a defender lo único que nos puede proteger ante la tiranía… LA CONSTITUCIÓN NACIONAL. Esa misma Constitución tantas veces violada, pisoteada y bastardeada con la omisión cómplice de todo un pueblo que olvida lo que costó conseguirla y a pesar de sus diferentes capacidades intelectuales todavía no ha entendido que si hoy pueden ir por mí, espéralos que mañana lo harán por ti.


Rubén Gioannini

lunes, 28 de marzo de 2011

PARA LA CÁMARA NACIONAL DE CASACIÓN PENAL

Los crímenes de la subversión durante la dictadura no son delitos de lesa humanidad. La Cámara Nacional de Casación Penal ratificó que los delitos sindicados a organizaciones armadas durante la dictadura no configuran violaciones a los derechos humanos. La Cámara Nacional de Casación Penal ratificó que los crímenes atribuidos a organizaciones armadas durante la dictadura no son delitos de lesa humanidad y por ende se encuentran prescriptos. Los jueces Juan Fégoli, Raúl Madueño y Mariano González Palazzo se pronunciaron en el expediente por el atentado en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, ocurrido tres meses después del último golpe de Estado. Destacaron la “orfandad probatoria” y la escasa “seriedad” de una imputación “generalizada” que incluye desde el ex jefe montonero Mario Firmenich hasta sobrevivientes de la ESMA e incluso desaparecidos, y confirmaron los sobreseimientos. Los abogados José María Sacheri y Norberto Giletta anunciaron que apelarán la resolución ante la Corte Suprema de Justicia. Al mediodía del 2 de julio de 1976 una bomba explotó en el comedor del edificio de Moreno 1431. El atentado provocó la muerte de 23 policías y de una mujer, civil, que visitaba a una amiga. Hubo sesenta heridos. La dictadura encabezada por Videla, Massera y Agosti hizo justicia a su manera. “Por los camaradas dinamitados en Seguridad Federal”, firmaron dos días después en una pared de la iglesia de San Patricio los asesinos de los sacerdotes palotinos. La causa llevó finalmente el nombre de José María Salgado, un miliciano montonero que había trabajado hasta el día anterior como policía en Superintendencia. Salgado fue secuestrado el 12 de marzo de 1977, fue torturado en la ESMA y entregado a la Federal, que antes de ejecutarlo le arrancó los ojos. “Abaten al autor de un trágico atentado”, titulaba Clarín el 4 de junio, al difundir el comunicado del Primer Cuerpo de Ejército sobre el supuesto “enfrentamiento armado”. El primer intento de reabrir la causa fue frustrado por la jueza María Servini de Cubría. El pedido lo había formulado Hugo Biazzo, uno de los heridos, con el patrocinio de Giletta, ex juez de la dictadura y célebre por rechazar hábeas corpus por medio de su secretario, Alfredo Bisordi, actual defensor del torturador Luis Patti. Los acusados por Giletta, que nunca llegaron a estar imputados por un fiscal, fueron Firmenich, Horacio Verbitsky, Laura Sofovich, Miguel Lauletta, Lila Pastoriza (ambos sobrevivientes de la ESMA), Norberto Habegger y Marcelo Kurlat, ambos desaparecidos. En 2007, la Cámara Federal confirmó que el atentado no era un delito de lesa humanidad. En 22 Carillas los jueces Gabriel Cavallo, Eduardo Freiler y Eduardo Farah admitieron que era un episodio “aberrante”, pero que “no basta el inconmensurable daño ocasionado” Para aplicar la imprescriptibilidad contemplada en el derecho penal internacional. Los querellantes interpusieron un recurso de casación, que rechazó el martes la Sala I del tribunal penal. Los camaristas descartaron que Montoneros hubiera perpetrado crímenes generalizados contra la población y destacaron que ni siquiera está demostrado que Salgado haya sido el autor del atentado. “La orfandad probatoria es de un grado tal que impide formular cualquier tipo de imputación. Ni siquiera hay evidencias que arrojen mayores precisiones acerca de las circunstancias que rodearon el hecho”, destacó Madueño. “Ningún tribunal de Justicia puede aceptar con visos de seriedad la imputación que hace la querella en forma generalizada respecto de personas que dice pertenecieron a una agrupación que militaba en la época bajo la nominación Montoneros”, agregó. Los magistrados rechazaron la aplicación de la categoría de lesa humanidad al hecho. Para que una conducta sea calificada como de lesa humanidad, el acto debe haber ocurrido en el marco de un ataque generalizado o sistemático a una población civil. Esto es lo que se conoce como ‘elemento de contexto’, apuntó Madueño. Enumeró cinco “elementos esenciales”: la existencia de un ataque; que se encuentre dirigido contra una Población civil; que sea generalizado o sistemático; que la conducta del infractor forme parte del ataque, y que el autor sepa que su conducta forma parte de ese ataque. Los jueces citaron como antecedente el fallo “René Derecho” de la Corte Suprema de Justicia, en el cual estableció que “lo que distingue a los crímenes de lesa humanidad radica en que son atrocidades cometidas por los gobiernos u organizaciones cuasi gubernamentales en contra de grupos civiles que están bajo su jurisdicción y control”. Ante los delitos comunes, como la autoría no proviene de una estructura estatal o análoga, la víctima cuenta con la protección de la organización política que integra (en tal caso el Estado), que cuenta con medios para investigar y condenar a los culpables. En cambio, en los crímenes de lesa humanidad “las víctimas se encuentran absolutamente desamparadas porque la agresión proviene, por hipótesis, precisamente de la organización política que debe protegerla y defenderla, a lo que se suma la posibilidad de destruir pruebas y garantizar la clandestinidad por parte de quienes deberían investigar los delitos”. UN BREVE COMENTARIO PARA LOS COLEGAS - PIÉNSENLO Creo que del fallo de estos jueces, uno de ellos su hermano, el Dr. Guillermo Federico Madueño, ex juez del TOF 5, murió de un cáncer PRESO por partícipe de delitos de lesa humanidad, tiene un párrafo del cual podemos extraer algo que creo que respalda mi postura respecto de la teoría llamada “error de prohibición”, especialmente en los casos de oficiales y suboficiales con grados bajos, de subtenientes a capitanes, es decir jóvenes desde los 20 a los 30 años. Esta Cámara dijo en una parte de la sentencia, como elemento importante para tipificar el delito de lesa humanidad: “...Madueño. Enumeró cinco “elementos esenciales”: la existencia de un ataque; que se encuentre dirigido contra una población civil; que sea generalizado o sistemático; que la conducta del infractor forme parte del ataque, y que el autor sepa que su conducta forma parte de ese ataque...” ¡Qué importante es esto: “QUE EL AUTOR SEPA QUE SU CONDUCTA FORMA PARTE DE ESE ATAQUE ...” Acaso un muchacho de 20 a 30 años sabía que eso podría ser después de 35 años un acto ilegal. Es como si dentro de 35 años pretendieran decir, “FUMAR ES UN DELITO DE PELIGRO, DE LESA HUMANIDAD E IMPRESCRIPTIBLE”, y nos juzgarán y condenarán. A los colegas les sugiero que analicen esta hipótesis, creo que este Madueño, puede haber dejado abierta una puerta en contra de sus propias sentencias. Eduardo S. San Emeterio Abogado Suipacha 1087 4º Piso B Capital Federal

viernes, 25 de marzo de 2011

ABSUELVEN A FIRMENICH Y VERBITSKY

foto perfil.com

Por un atentado de Montoneros

Se trata de la explosión en Coordinación Federal, en la que murieron 23 personas, en julio de 1976.

Para la Justicia, el crimen prescribió y no es de "lesa humanidad".

La Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal rechazó un pedido para reabrir una causa en las que estaban acusados el periodista Horacio Verbitsky y el fundador de Montoneros Mario Firmenich, por un atentado ocurrido en 1976 en el que murieron 23 personas.

Los jueces Raúl Madueño, Juan Fégoli y Mariano González Palazzo consideraron que dicho crimen está prescripto y no puede ser considerado como de "lesa humanidad".

Así quedaron absueltos no sólo Firmenich y Verbitsky, sino también los restantes acusados Laura Silvia Sofovich, Marcelo Kurlat, Miguel Ángel Lauletta, Norberto Habegger y Lila Victoria Pastoriza, informaron fuentes judiciales.

José María Scheri, uno de los querellantes de la causa, anticipó a Perfil.com que apelarán ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El atentado. La Superintendencia de Coordinación Federal estaba ubicada en Moreno 1417, en el barrio porteño de Balvanera, a pocas cuadras del Congreso de la Nación y del Departamento Central de Policía.

Desde el gobierno de Onganía funcionó como uno de los principales cuerpos de represión.

Durante la dictadura fue sede de grupos de tareas activo y centro clandestino de detención.

El 2 de julio de 1976, José María Salgado, un ex agente de la policía que había ingresado a Montoneros, ingresó al edificio gracias a su vieja placa policial.

En su bolso llevaba una "bomba vietnamita" con 9 kilos de explosivos y perdigones; a las 13 la dejó bajo un asiento, tapada con su abrigo y se retiró.

A las 13.20, la bomba explotó en el comedor del edificio, donde había alrededor de 100 personas.

Unas 20 fallecieron en el acto, y 3 murieron días después a causa de las lesiones.

Horas después, Montoneros emitió un comunicado adjudicando el hecho al pelotón de combate “Sergio Puiggros”.

Como represalia, según denunció la CONADEP, unos 50 de detenidos-desaparecidos vinculados a Montoneros fueron asesinados entre el 3 y 7 de julio.

Salgado fue "abatido" el 3 de junio de 1977.

Los periodistas Horacio Verbitsky y Rodolfo Walsh (detenido y asesinado por la dictadura el 25 de marzo de 1977) fueron acusados como autores intelectuales del crimen.

En 2007, la jueza María Romilda Servini de Cubría sobreseyó a los imputados, por considerar que "es equivocado" sostener que el delito sea de lesa humanidad.

El fallo fue confirmado por la Cámara Federal porteña.

domingo, 20 de marzo de 2011

SEGUN LO VEO, CULTURA SE ESCRIBE CON K

Algunos kirchneristas son insaciables.

Además de querer apropiarse de una proporción cada vez mayor de la plata y del poder político disponibles, los más entusiastas aspiran a llevar a cabo una revolución cultural, una en que la figura de Néstor Kirchner ocupe un lugar de privilegio.

En el caso poco probable de que tuvieran éxito, la Argentina sería un país museo dominado por personas decididas a conservar las formas de pensar de la década de los setenta del siglo pasado cuando, para extrañeza de quienes lo habían conocido antes, el dentista de San Andrés de Giles, Héctor Cámpora, se vio convertido en el ídolo de una multitud de jóvenes de ideas supuestamente avanzadas.

Para los artífices de dicha metamorfosis, transformar un personaje tan adusto y desabrido como era el Kirchner de carne y hueso en un héroe romántico, un Che Guevara de saco y corbata que luchó denodadamente por mantener a raya el siglo XXI, no debería resultar demasiado difícil.

Por cierto, los resueltos a crear un nuevo mito nacional, uno superador de aquel que se formó en torno de Juan Domingo Perón y Evita, están más que dispuestos a emprender lo que para otros sería una empresa imposible.

Gracias a sus esfuerzos, días después de dejar este valle de lágrimas Kirchner reapareció disfrazado de buzo que, sería de suponer, ya se internaba en las honduras del alma nacional con el propósito de liberarla de quienes la mantenían atrapada.

Para sus admiradores más embelesados, se había transformado en el Eternauta; para su viuda, Cristina, sería "él" a secas.

Es imposible saber lo que está pasando por la mente de los responsables de la apoteosis del patagónico fallecido; puede que en cierto modo se asemejen a quienes en los reinos helenísticos y Roma de la antigüedad deificaban a sus gobernantes muertos.

El emperador Vespasiano se mofó de esta tradición amable; poco antes de morir, bromeó:

"¡Vaya!, creo estar convirtiéndome en dios".

De haber previsto lo que tenían planeado sus partidarios, Kirchner hubiera reaccionado del mismo modo.

Sea como fuere, puesto que los restos del ex presidente yacerán, aunque sólo fuera simbólicamente, en el panteón reservado a los próceres más venerados, ha sido necesario atribuirle una doctrina política propia.

Mientras estuvo entre nosotros, Kirchner, un hombre pragmático habituado a sacar provecho de las circunstancias sin preocuparse por las aburridas cuestiones ideológicas, no mostraba demasiado interés en los aspectos teóricos de su oficio, razón por la que los resueltos a exaltar su aporte intelectual han optado por hacer de él un integrante más de un conjunto de pensadores "nacionales y populares".

Se trata por lo general de los panfletistas –algunos muy divertidos, otros no tanto– que estaban en boga en la Argentina de hace medio siglo.

Que sean "nacionales" es innegable; fronteras afuera, con escasas excepciones sus lucubraciones resultaron ser incomprensibles, de ahí la resistencia de los europeos y norteamericanos a entender que, no obstante las apariencias, el peronismo no es una manifestación tardía del fascismo sino un movimiento entrañablemente progresista

¿Son "populares"? Depende de la definición de la palabra, ya que, por desgracia, aquí las "clases populares" no suelen comprar muchos libros, manía ésta de la inquieta burguesía urbana.

De todos modos, la filosofía política de quien se transmutaría en el Eternauta era bastante sencilla.

Para él –mejor dicho Él, palabra que en hebreo significa Dios– lo importante era elegir a los enemigos.

La estrategia basada en el principio así supuesto que, según algunos comentaristas maliciosos, habrá aprendido del jurista nazi Carl Schmitt, funcionó maravillosamente bien.

Consciente de que en una sociedad traumatizada por el colapso económico muchos querían imputar lo que les había sucedido a una conspiración planetaria, Kirchner puso fin a una etapa signada por la "autocrítica" colectiva al insistir en que los responsables de la debacle no eran los populistas locales sino sus adversarios más vehementes.

En un lapso muy breve logró erigirse en el hombre más poderoso del país atacando con furia a quienes acusó de ser los máximos culpables de las penurias nacionales: militares, acreedores, empresarios extranjeros, jueces menemistas y, desde luego, los nunca adecuadamente vituperados economistas "neoliberales" y sus amigos de aquella organización satánica, el Fondo Monetario Internacional.

Andando el tiempo, agregaría a la lista de malhechores a los chacareros –"oligarcas" todos–. al "monopolio" Clarín y otros medios supuestamente afines hasta abarcar buena parte del periodismo.

Aunque parecería que, a diferencia de su marido difunto, Cristina siempre ha tomado en serio los temas ideológicos y es una lectora empedernida de las obras de los pensadores nacionales y populares, a veces da la impresión de querer alejarse de los militantes que la apoyan.

Amonestó al director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, cuando intentó impedir que inaugurara la Feria del Libro Mario Vargas Llosa, un escritor que en opinión de los kirchneristas es "ultraconservador" y por lo tanto impresentable, afirmándose firmemente comprometida con la libertad de expresión, lo que le mereció un piropo del peruano que elogió su "lucidez".

Con todo, aun cuando Cristina se diera cuenta de que correría peligro de caer en el ridículo si participara de los juegos teatrales de los muchachos de "La Cámpora", a esta altura no le será fácil convencerlos de dejarla en paz.

Le guste o no le guste, tendrá que acompañar al Eternauta en la odisea fantástica que le están preparando quienes se enorgullecen de su condición de militantes.

Un ejemplo de lo que podría esperarle ha sido brindado por el muy controvertido ex secretario de Medios, Enrique Albistur, que en el Palais de Glace porteño ha montado una suerte de sala de juegos en "homenaje al pensamiento y al compromiso nacional" –o sea, al kirchnerismo–, en que, entre otras cosas, los chicos son invitados a bombardear de pelotas a un gorila virtual.

Aunque los gorilas son primates herbívoros tranquilos y a su manera bondadosos, asustan tanto a los peronistas que meramente pensar en ellos es suficiente como para que estallen de furia.

Como es notorio, a los autoritarios les encanta calificar de animales a quienes se les oponen.

Para ellos son perros rabiosos, gusanos, gorilas y así por el estilo; es su forma de decir que no los consideran humanos y por lo tanto no tienen por qué concederles los derechos correspondientes.

En cambio, es poco común que un demócrata haga gala de su intolerancia tratando a sus adversarios de subhumanos.

James Neilson

sábado, 12 de marzo de 2011

VAMOS TODAVIA, ES LA FEDERAL !!!


¡¡LOS FELICITO!!!

Los Familiares Echaron a Nilda Garre de la Escuela de Policía Federal.


El Viernes en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal (Lugano) los familiares y amigos Abuchearon, Maldijeron e Insultaron a la Ministra Garre impidiéndole hacer el ****rro discurso cargado de hipocresía que no pudo terminar, fue tan impresionante la forma en que la insultaron que se marcho de la Institución con tal bronca que en este momento el Director esta en la cuerda floja, ya que uno de los "PLUMAS" buchones que hay en cada pabellón increpo a un Oficial Principal "acusándolo" junto al Director de ser los impulsores de tal escrache.


Es alevoso como tienen al menos un INFILTRADO por curso que hasta los "enanos" se dan cuenta quienes son y para que están.

El Principal antes de la llegada de la garre les dejo bien en claro a los enanos que " la que venia esta tratando de desmantelar la Institución..pero que hay miles que piensan como el y en cualquier momento esto ...SE PUDRE"

SICEL ESCRACHE NO FUE IMPULSADO POR NADIE SOLO NOS MANIFESTAMOS POR "SIMPATÍA" EN FORMA AUTOMÁTICA.

Hay al menos 20 INFILTRADOS entre los Cadetes y a cada Comisaría le enviaran 1 por turno, según ya conocen los Jefes de cada dependencia.

En este momento los Cadetes tienen franco hasta en miércoles mientras los buchones se quedaron a revisar archivos y los terrenos lindantes a la Escuela..

¿que buscan?.

miércoles, 9 de marzo de 2011

ACERCA DE LA DEMOCRACIA, ¿ QUE DEMOCRACIA ?

La democracia prometida, ¿es ésta democracia?

La democracia que modificaría la calidad de las instituciones y brindaría un mejor escenario para concretar los anhelos individuales y los proyectos colectivos, es ésta democracia?

Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando De la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina, que quiere reelección, y sus rivales,

¿es ésta aquella democracia?


Para algunos actores de la política nacional la democracia es un problema.

Para muchísimos defensores del actual gobierno nacional la democracia es una verdadera molestia que los irrita bastante.


Tornan nerviosos cuando se pide demostraciones de vocación democrática.

Contratacan.

Amenazan: quien pide democracia atenta contra el plan, el programa, el proyecto.

Estamos en el “anti” Alfonsín.


Es sin respetar la democracia formal que se educa y se come; se levantan las fábricas y los pajaritos cantan.

Eso dicen.

Pocos lo creen.

La enfermedad argentina es la democracia.


Es difícil soportarla.

Mencionarla significa ser un contra revolucionario, un gorila, un fascista.

Un enemigo mortal.

Mete miedo ser un suelto, sin espalda en los aparatos.

Un tipo que piensa libremente es un pajarito en el alambre.

La primera vez que la democracia se convirtió en enfermedad fue el 6 de setiembre de 1930.


Desde entonces vivimos enfermándonos.

No se aguanta, el poder político, lo que él mismo declama. Independencia de poderes.

Respeto a las Leyes.


El bien común sobre todas las cuestiones personales o sectoriales.

La democracia enferma a los argentinos.

Al menos a los argentinos cercanos al poder, las clavijas y los despachos de los que mandan.

No se la aguantan.

La democracia, tal como se la pregona, es un gobierno de todos, por medio de sus legítimos representantes.


Elegidos limpia y libremente.

En elecciones claras y transparentes.

Lo más que se pueda.

Lo posible.

Hoy un imposible.

Ni el lobo de Hobbes ni el salvaje de Rousseau sobrevivirían.

Muera al maldito contrato social, hace 80 años venimos matándolo.

Los elegidos deben cumplir sus promesas preelectorales.


No cambiar de partidos.

No traicionar lo prometido.

La primera transgresión es a la ley electoral.

Quienes, como, donde y cuando se eligen.

Hoy no está resuelto.

Los que surjan mediante voto popular para manejar los poderes ejecutivos (municipal, provincial, nacional) deberán respetar las leyes vigentes.


Velar por que se cumplan.

Leyes que todos conocen.

Conocemos.

Hoy las leyes son una sentida una ausencia.

Los que cruzan la frontera de lo permitido deben ser juzgados por otro poder independiente: la justicia.


Justicia con exámenes periódicos.

No hay presidente para siempre.

No hay jueces a perpetuidad.

Uno se debe retirar, el otro debe volver a concursar.

Todos sonríen.

Nadie lo cree.

Seamos realistas, estamos soñando.

La salud es una responsabilidad del estado.


Está abandonada.

La instrucción debe ser obligatoria.

Con materias verdaderamente comunes.

Con sueldos dignos para la exigencia en el único sitio donde se consolida la democracia: en la instrucción del soberano.

El pueblo.

Hoy no hay instrucción.

Basurean, olvidan, bardean, traicionan al soberano.

Se fabrican brutos y hambreados.

Clientes.

Algunos gobernantes aún consideran a la democracia una enfermedad.


Le escapan.

Se vacunan.

Se protegen.

La defensa de la democracia es acusada y condenada.

Acumulan adjetivos para desprestigiar las denuncias.

Hay quienes hablan de una revolución en marcha.

La verdadera revolución sería el apego a las leyes.

El voto no otorga poder, solo obligaciones permanentes.


El bien común es el bien supremo de la nación.

El enriquecimiento ilícito y la evasión son los cánceres más terribles de la economía común, atacan el futuro.

El nepotismo es un mal. La actual administración de la cosa pública no maneja estos conceptos de democracia.

Maneja otros.

Se enojan si se los recuerdan.

Sus partidarios atacan esta posición con dureza.

Algunos defensores de CFK no consideran posible la democracia.

Sería bueno que lo confesasen.

Sincerarse sería positivo.

No lo hacen.

Los votos, para la señora CFK, otorgan derechos y no deberes.


Su última declaración ha sido concluyente.

Ayúdenme, no puedo yo sola.

No parece abogada y actora política de la democracia.

No parece presidente.

La democracia (el gobierno) no es de ella sola.

Debería saberlo muy bien.

Su plan de gobierno no es lo que hoy nos sucede (¿hubo un plan?)

No acepta, promueve ni defiende el debate legislativo.


Allí las leyes, no en los DNU, que son claramente un atajo donde se extravía la democracia.

El Ejecutivo y sus colaboradores entorpecen, atacan, amenazan la independencia del Poder Judicial.


Poder Judicial sin exámenes periódicos de capacidad.

Orgulloso de su ineficiencia.

Los personeros de CFK llegan, ya, a cuestiones domésticas y poco pudorosas.


Hay ministros ocupados en denunciar amantes de los opositores.

Lo último, mas reciente y mas grave es que, de ser cierta su intención de re elección, la señora CFK no podrá prometer que hará cosas buenas si es elegida porque… ¡podría hacerlas ya!


¿Nadie le recuerda la máxima del jefe?

Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar.

Tal vez ya no sea su jefe.

Los intereses particulares antes que los generales llevan a la oposición a una difícil coyuntura.


No oferta, el arco opositor, una salida esperanzadora dentro de la democracia.

Realmente desesperan, exasperan, cansan.

No son maestros en democracia.

Algunos ni siquiera alumnos.


Para la oposición la democracia se reduce a su martirologio y las acusaciones a quien maneja la agenda.

El total de sus dichos son, por lo demás, en este año, de una clara intención seductora o descalificadora (de si o del gobierno, respectivamente).

Que los negritos coman.

Yo en esta oportunidad no participo (¿entonces cuando, che?).

Se viene el estallido, oh, oh, oh…(francamente: no son serios)

Poco trabajo, poquísimas nueces.

La oposición no ha llegado a la práctica de la democracia.

Algunos harían lo mismo que el oficialismo de estar en sus condiciones.

La democracia no es épica, pero no es cuestión de cobardías y egoísmos.

Es laburo.

Hay opositores vagos y mal entretenidos.

Las elecciones cercanas complican las cosas.


Funcionarios fotogénicos.

Legisladores de paseo.

Intendentes que recorrerán territorios lejanos.

Candidatos que andarán de shopping.

Hay quienes estarán de visita un tiempo.

Lo justo.

Otros usarán sus fueros y sus dietas para defender su familia.

Hay quienes han pedido daño emergente y lucro cesante.

Viáticos.

Los gremios y sus luchas tienen distinto colorante por las elecciones.

En la mayoría de los gremios la democracia es una mala palabra.

Los estudiantes y sus focos de militancia partidaria, altamente activos siempre, están ensayando para la toma del poder y la democracia no es eso.

Para muchos estudiar no es buscar la excelencia.

Las entrevistas periodísticas se corresponden, al juzgarlas, con intereses, pautas y campañas.

Los colegas integran un deporte desde el peor lugar:

pichones del tiro al pichón.

Vivir sin ejemplos de civilidad, sin parlamento, sin planes educativos, con inflación, sin presupuesto, sin concejales, diputados, senadores, que hagan cumplir las leyes (¿qué leyes?) sin comida, con mas inflación, sin casa, salud, libertad, con jueces truchísimos, con mucho miedo, sin mañana, sin ejecutivos confiables es, en suma, vivir sin democracia.

Creerse sano.

Vivir enfermo.

Raul Acosta



(*) Testigo.




domingo, 6 de marzo de 2011

ACUSAN A HORACIO VERBITSKY

Por la bomba de Montoneros en Coordinación Federal

El miércoles 2 de marzo se realizó una Audiencia en los tribunales de Comodoro Py, por la bomba que la organización terrorista argentina Montoneros colocó en el comedor atestado de gente en la Superintendencia Federal, el 2 de julio de 1.976.

Como consecuencia de ese acto terrorista, fallecieron 23 personas y otras cien 100 quedaron heridas, muchas ellas de gravedad.

Algunas imágenes del atentado terrorista de 1976

El Dr. Sacheri, por la querella -parte de cuyas palabras se transcriben al final de esta nota-, acusa al reconocido periodista Horacio Verbitsky y al fallecido escritor Rodolfo Walsh como autores intelectuales de la bomba que puso el Policía Salgado.

Más puntualmente, la querella afirma que fue el propio periodista quien entregó la bomba al agente de la policía federal.

La defensora oficial -interesante- piensa que todo lo de aquella época está prescripto. TODO.

La Sala I del tribunal de Casación resolverá el 16 de marzo si la causa está prescripta o si puede encuadrarse como delito de lesa humanidad.

Recordamos que en una instancia anterior, la jueza Servini de Cubría declaró prescripta la causa con un escrito de 5 renglones.

En ese mismo fallo, la jueza afirma que, “como es de público conocimiento, el Sr. Rodolfo Walsh falleció en un enfrentamiento en la vía pública...”

Parte de las palabras del Dr. José María Sacheri, querellante, ante el tribunal de Casación.

Su señoría, recién en la antesala la doctora defensora me preguntaba si había venido alguna de las víctimas, le dije que no.

Y personalmente conozco, no solo a las cinco víctimas que defiendo sin algunas varias más, una de las cuales es por ejemplo prosecretarias del poder judicial de la nación y nunca se animó a presentarse en la causa.

Y no por temor físico sino por el simple temor a perder el empleo.

Por ese temor no se animó ni siquiera a venir a esta audiencia.

Y hay más querellantes que no se animan.

Si excluimos los atentados de la Amia y la Embajada de Israel, este es el ataque terrorista, al menos en número de Víctimas, más horroroso que ha tenido la historia moderna de la Argentina.

Y sin embargo no se ha hecho NADA.

Lamentablemente no se ha hecho NADA.

Ni siquiera el Proceso de Reorganización Nacional ha hecho nada.

Si en aquella época cualquiera de nosotros chocaba en la esquina a una persona y a esa persona le salía un poco de sangre, se iniciaba una causa por lesiones culposas.

Acá murieron por los menos 24 personas, y he hablado con varias personas que estuvieron ese día en el comedor de la Superintendencia de la Policía Federal, algunas que estaban en el momento en que estalló la bomba, y otras que recién se habían retirado, y hay versiones contradictorias… algunos dicen que vieron chicos jugando unos segundos antes de la explosión.

La memoria es selectiva.

Tan grave es el hecho, que el Proceso de Reorganización Nacional no inició una causa judicial ante semejante masacre.

No hubo causa.

Si tenemos la certeza casi absoluta, en mi caso absoluta, de que quien colocó esa valija con una bomba vietnamita con ocho kilos de Trotyl y perdigones, fue el agente de la Policía Federal José María Salgado, eso surge de varios archivos adosados a la causa.

Dejó la valija, incitado por Rodolfo Walsh y Horacio Verbitsky entre otros, accionó un mecanismo y se fue… unos minutos después, por lo menos 24 muertos y casi cien heridos.

Y no contamos los heridos y mutilados morales que muchas familias y Víctimas tienen hasta el día de hoy.

Esta semana hablaba con una de las víctimas de este atentado y me dijo que aún no se le borran de la retina tantos cuerpos estampados en la pared.

El todavía sueña con esos cuerpos mutilados.

Sin embargo en Argentina, país generoso, no se hizo nada.

La doctora Cubría decidió en cinco renglones, así, exactamente en cinco renglones, que como no había intervención de un agente estatal en el atentado, la causa estaba prescripta.

Señores jueces, sabemos de las presiones.

De los llamados y de los juicios políticos, pero confiamos en que ustedes tendrán la valentía de ajustarse a derecho.

Les pido igualdad ante la ley, y que este atentado no se declare prescripto para que mis defendidos puedan tener justicia y saber quiénes fueron los responsables…

¿De qué atentado hablamos?

El 2 de julio de 1976 José María Salgado recibió de manos de los cabecillas del la inteligencia de Montoneros, una bomba de alto poder letal -una Claymore o “mina vietnamita” cargada con pequeños fragmentos de metal- y concurrió al “blanco” seleccionado, pasando por la guardia con un simple saludo como ya era costumbre.

Terminado su almuerzo, dejó en una silla semioculta por el mantel la mortífera carga que 7 minutos después, habría de causar 24 muertos y 100 mutilados, ciegos, quemados y heridos graves entre policías, familiares e invitados.

La Conducción Nacional de Montoneros bajo la Jefatura de Mario Firmenich, había autorizado a su Departamento de Informaciones e Inteligencia -conducido por Rodolfo Walsh, que respondía a la Secretaría Militar cuyo jefe era el capitán Marcelo Kurlat (El Monra), hacer un atentado contra la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal.

Muertos...

Oficial Ay. Alejandro Castro
Cabo Ernesto Agustín Suani
Cabo Primero Carlos Shand
Sargento Juan Paulik
Sargento Rafael Modesto Muñoz
Sargento Bernardo Roberto Tapia
Supernumerario David Ezequiel Di Nuncio
Oficial Inspector David Ron
Suboficial Auxiliar José Hilario Carvasco
Sargento María Esther Pérez Canto
Sargento (R) Romualdo Rodríguez
Sargento Bernardo Roberto Zapi
Agente José Roberto Iacovello
Agente Juan Carlos Blanco
Agente Alicia Esther Lunati
Agente Ernesto Alberto Martinzo
Cabo Genaro Bartolomé Rodríguez
Sargento Adolfo Chiarino
Cabo Elba Hilda Gazpio
Cabo Vicente Iore
Sra. Josefina Cepeda

Como consecuencia de las heridas recibidas, fallecieron:

Supernumerario Ramón Arias el 7 de julio de 1976.
Sargento Marta Olga Pérez de Bravo el 9 de julio de 1976.
Oficial Ayudante Héctor Castro el 11 de julio de 1976.

60 HERIDOS.

Usted qué cree...

¿habrá justicia para estas Víctimas del terrorismo?

Horacio Ricardo Palma

viernes, 4 de marzo de 2011

¿DDHH?

Hoy, el Consejo de la Magistratura está en poder del oficialismo.

Ese Consejo no está actuando para la justicia, sino para un proceso político, mas allá si esta ajustado a derecho o no, que no les interesa…

Interesante resolución aunque no prospere.

Seguramente las Organizaciones que lucran con sus muertos, pero no nombran a quienes a ellos mataron, mantienen silencio sobre los más de 13000 víctimas de los terroristas, civiles inocentes, niños, adolescentes, amas de casa, que nada tenían que ver con la lucha desatada por esa lacra que ataco al país, presionen políticamente para que el Juez sea destituido, por el simple hecho de ajustar su accionar a derecho.

Hoy, el Consejo de la Magistratura está en poder del oficialismo.

Ese Consejo no está actuando para la justicia, sino para un proceso político, mas allá si esta ajustado a derecho o no;

Que no les interesa, solo les interesa el poder para mantener sus fueros y así su impunidad y apetencias ideológicas.

Están actuando para el gran negocio que han transformado, una causa tan noble como son los DDHH.

Ya llegará la hora que los jueces como el doctor Daniel Herrera Piedrabuena, se multipliquen.

Saben que es la verdad, saben que es justicia ajustada derecho, lo otro es un circo armado.

Saben que no hubo secuestro, hubo detenciones que las leyes permitían en tal especial situación que pasaba el país.

La verdad llegará inexorablemente y esos inescrupulosos demagogos y mercenarios, que generalmente forman los Juzgados, y actúan según las ordenes telefónicas o personales de sus mandantes, políticos ellos, serán puestos de manifiesto en su accionar delictivo, sus firmas en las sentencias no ajustadas a derecho, serán la pruebas irrefutable que los condene.

Oscar A Cavallo

martes, 1 de marzo de 2011

FICHA DE AFILIACION AL:

Frente para la Victoria

DOS JUECES QUE AVERGUENZAN

Con estilos diferentes, Oyarbide y Servini no dudan en perjudicar investigaciones que amenazan al oficialismo

Con el paso de los años y la sucesión de importantes causas judiciales que comprometen al kirchnerismo, se tornan cada vez más nítidas las escandalosas actitudes de los jueces federales Norberto Oyarbide y María Servini de Cubría en favor del oficialismo y en contra de la justicia.

Se lo puede advertir en dos expedientes vinculados entre sí: el de la mafia de los medicamentos, a cargo de Oyarbide, y el de las presuntas irregularidades en el financiamiento de la campaña electoral de 2007 del oficialista Frente para la Victoria, que llevó a Cristina Kirchner a la presidencia, causa que está en manos de Servini por su competencia electoral.

Los estilos de ambos magistrados difieren en la forma, pero no en su nefasta sustancia.

Mientras Servini se ha alejado de la altísima exposición pública que tuvo en los comienzos del menemismo, Oyarbide somete algunos de sus expedientes a un striptease mediático con una alta dosis de intencionalidad política, por lo general favorable al kirchnerismo.

Estas diferencias de forma se manifiestan en los dos expedientes que mencionamos.

En más de una ocasión, la Cámara Nacional Electoral le pidió informes a la jueza y la intimó a pronunciarse por la aprobación o desaprobación de las cuentas de la campaña kirchnerista.

En respuesta, la magistrada decidió suspender el trámite del expediente a la espera de que se resuelvan las cuestiones penales que ella misma planteó ante sus pares del fuero criminal y correccional.

Esa rebeldía, que no hace más que postergar la resolución del caso, no es novedosa.

En 2008, la Cámara había establecido un procedimiento para evitar, precisamente, que los procesos de control se dilataran más allá de lo razonable.

Servini no sólo decidió no aplicarlo, sino que lo declaró inconstitucional.

Antes de suspenderse el trámite, en su expediente ya se había emitido media docena de dictámenes periciales que aconsejaban no aprobar las cuentas del Frente para la Victoria.

En la renuencia de Servini a hacer justicia en este grave caso están encerrados varios males de nuestro sistema político institucional.

El financiamiento de las campañas presidenciales de ambos Kirchner exhibió gravísimas irregularidades que ayudan a que siga minándose la confianza de la ciudadanía en los mecanismos de la representación democrática.

Y la interesada inercia de Servini contribuye al descrédito de la Justicia.

Su expediente se relaciona con el de Oyarbide, quien ha determinado que en la campaña presidencial de Cristina Kirchner se lavó dinero proveniente de la mafia de los medicamentos, y por ese delito procesó a Héctor Capaccioli, ex titular de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) y ex recaudador de la campaña kirchnerista.

El doble papel de Capaccioli explica la conexidad de ambas causas y, en definitiva, delata el circuito de la corrupción.

El mismo funcionario que, como superintendente encargado de controlar a las droguerías, toleraba o auspiciaba la obtención fraudulenta de subsidios, era quien, en su carácter de recaudador de campaña, conseguía recursos de esas mismas empresas.

Para Capaccioli, fue el segundo procesamiento, pues un día antes Oyarbide lo había responsabilizado de un desvío de 54 millones de pesos de la SSS.

El nuevo fallo de Oyarbide alcanzó también a Sebastián Gramajo y a Hernán Diez, responsables económico-financiero y político, respectivamente, de la campaña de 2007 del Frente para la Victoria.

Diez es director de Lotería Nacional y Gramajo, gerente del consejo consultivo de la Anses.

Pero Oyarbide, y aquí entramos ya en el aspecto más perverso y peligroso de la actitud del juez, no trata con el debido respeto y equidad el expediente que instruye y que encierra pruebas valiosas que, por un lado, muestran la íntima relación entre el financiamiento del oficialismo y uno de los delitos más aberrantes que pueda concebirse, pues la mafia de los medicamentos habría adulterado o entregado muestras vencidas de importantes remedios para tratamientos de enfermedades graves.

Por lo pronto, el magistrado ya ha recibido siete duras advertencias de su superior, la Sala II de la Cámara Federal.

En la última, los camaristas le llamaron la atención por la "desordenada instrucción" de la investigación "sin un norte claro" y por arrestar a acusados sin antes reunir las pruebas suficientes para incriminarlos.

Esto fue antes de que el juez detuviera al secretario general del gremio de trabajadores rurales Géronimo Venegas, decisión sobre la que rápidamente volvió atrás.

Las lagunas que viene dejando Oyarbide en su pesquisa son inquietantes.

En innumerables publicaciones periodísticas, han aparecido informaciones sobre el papel que cumplió el ex gerente general de la Superintendencia, Néstor Vázquez, en el entramado de negocios que se investigan.

Sin embargo, el juez viene manteniendo a Vázquez fuera del foco de sus indagaciones.

El dato es relevante porque Vázquez ha sido socio del empresario Enrique Dratman, quien figura en la causa y es, a la vez, esposo de la ex consejera de la Magistratura Diana Conti.

La diputada Conti fue quien, sin excusarse, tuvo a cargo en el Consejo de la Magistratura la investigación de las presuntas irregularidades que cometió Oyarbide en este mismo caso.

El ritmo procesal que se les imprime a las causas es también parte de una arbitrariedad judicial a la que el país, felizmente, no termina de acostumbrarse.

Oyarbide arrastra los pies para sancionar a algunos sindicalistas, se precipita para encarcelar a otros y adquiere la velocidad de un rayo para exculpar a imputados poderosos, como ocurrió en la escandalosa causa por enriquecimiento ilícito del matrimonio Kirchner.

La falta de norte en su investigación de la mafia de los medicamentos -en la que, repetimos, no faltan pruebas- obedece al manejo político que de ella hace Oyarbide para complacer al Gobierno.

Es sabido, por ejemplo, que habría más elementos en contra del líder cegetista Hugo Moyano y su esposa que de Venegas, pero seguramente los tiempos políticos de la Casa Rosada exigen que este expediente constituya una herramienta de presión sobre el titular de la CGT.Al proceder de esta forma, Oyarbide bastardea una importantísima investigación rodeando su actuación de todo tipo de sospechas.

Entre ellas, las que vuelven verosímiles versiones muy insistentes en el mercado de la salud acerca de que el propio magistrado se habría interesado en algún momento en la promoción de alguna droguería ante empresas de medicina prepaga.

El efecto de la política sobre la Justicia es siempre letal cuando se trata de jueces manipulables, capaces de mantener abiertos expedientes que carecen de toda sustancia y legitimidad o, como en el caso que nos ocupa, de conducir a vía muerta una causa, como hace Servini, o de manipular otra con rumbo zigzagueante al influjo de las necesidades del poder político, como Oyarbide.

Estos oscuros manejos poseen el poder de un veneno sobre los expedientes, pues tornan sospechosos hasta los elementos indubitables, producen irreparables pérdidas de tiempo que siempre se traducen en pérdida de pruebas e indicios, y atemorizan a testigos que, en definitiva, no confían en los jueces.

El resultado es siempre la impunidad y el descreimiento de la sociedad en la Justicia.

Por eso, es preciso que ambos jueces pierdan el escudo protector que les ha otorgado el Gobierno para que el Consejo de la Magistratura los investigue y, de una vez por todas, aparte de sus cargos por mal desempeño.

La Nación
26-Feb-11
Opinión