miércoles, 11 de agosto de 2010

AYER EN CORDOBA RESURGIO EL RECUERDO DE LOS AÑOS SETENTA

El enlace entre los juicios a militares, la campaña de Garzón y los terroristas que son funcionarios, con las FARC, la droga y la nueva Guerra Revolucionaria vigente en toda la región.

Ni el desplazado juez español Baltazar Garzón ni el ideólogo revolucionario y secretario de Derechos Humanos del gobierno argentino, Eduardo Luis Duhalde -conocido por sus varios nombres de guerra- sospecharon que la gira promocional organizada para el primero, generaría una repulsa de la magnitud que se registró en Córdoba durante al juicio a dos militares emblemáticos de la lucha contrarrevolucionaria que se registró en nuestro país.

A esta altura de los acontecimientos y de la profundidad de la campaña ideológica llevada adelante para denigrar a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, tergiversar el significado de esa guerra y avanzar culturalmente en favor de sus ideologías e intereses, Garzón y Duhalde creyeron que la resistencia a este proceso estaba vencida o se limitaba a simples declamaciones, declaraciones o expresiones literarias sin mayor andamiento y perspectivas.

En carne propia ambos tomaron conciencia de la realidad, el español pudo sopesar que al igual que en su país, en el nuestro la controversia que han provocado tiende a acentuarse con el correr de los meses, las semanas y los días y Duhalde pudo entender que está inmerso en un proceso que para él será, por lo menos, de final incierto.

Pero lo más importante de los sucesos ocurridos ayer en medio del tribunal, con jueces y periodistas de testigos activos del enfrentamiento y de los cargos que les efectuaron a estos personajes, es que como si fuera una radiografía quedó expuesta la trama internacional de la tragedia ocurrida dentro de nuestras fronteras, su extensión universalizada en otras tierras y la viva continuidad del mismo proceso bajo otras formas a veces simples y otras complejas.

Entre estas últimas podemos mencionar la frase terrible de "tribunales populares" pronunciada en el recinto y escrita en posteriores comentarios, en referencia directa a los juicios que se realizaron y realizan cuyo sentido convocará, seguramente, a las conciencias de buena parte de los magistrados.

La mención del apellido Matarollo, ex subsecretario de Derechos Humanos ahora descendido a asesor de esa exitosa dependencia comercial del terrorismo, también resultó oportuna pues este militante múltiple como delegado de la Junta Coordinadora Revolucionaria en Europa, pudo operar simultáneamente como combatiente originario del ejército revolucionario del pueblo (ERP) y después de montoneros, cuando se dedicó a montar en el exterior la organización periodística que con buen financiamiento, sería luego de la derrota que ya se preveía, uno de los instrumentos más importantes para el resurgimiento de la guerra revolucionaria por el camino de la desinformación y la transformación cultural.

Las familias y amigos de los enjuiciados reaccionaron ante la presencia de Garzón que se presentó como un turista llegado para solazarse con lo que no pudo completar en España y que ya le costó la fama y pronto el cargo.

La reacción espontánea, dura, informada y sostenida que debió soportar constituyó todo un mensaje que llega a la opinión pública que ahora se pregunta qué pensarán los jueces argentinos presionados para concretar condenas a cualquier precio.

Más aún, los enjuiciados, sus seres queridos, sus camaradas y quienes comienzan a descorrer el velo de esta trama, ya saben con claridad que hablar del Movimiento Todos por la Patria que atacó en La Tablada, es lo mismo que hacerlo de las madres de la Plaza de Mayo en cuya falsa universidad imparte clases uno de los líderes del MTP, el fraile tercermundista Puidjané que lleva en su conciencia buena parte de la responsabilidad por las decenas de muertos que provocó esa sangrienta aventura.

Lo que comentamos hoy constituye todo un fenómeno social que no podemos calificar de novedoso pues registra como antecedentes directos la sucesión de protestas y toda clase de manifestaciones que hace unas horas tuvieron esta primera culminación que llevará el nombre de Garzón de regreso a España y Europa.

Como si estos datos fueran insuficientes para trazarse un cuadro de situación lleno de exactitudes que hasta ahora no han sido recogidas pese a su contundencia, el episodio permitió reiterar que los testimonios de la querella facilitan la frase definitoria de "tribunales populares" habida cuenta que éstos son impulsados desde el poder por verdaderos actores del terrorismo y que además del negocio de las "indemnizaciones", subsidios especiales y donativos del Estado para los elegidos en este reparto millonario que requiere de acusados y sentenciados inocentes, como lo reveló la famosa computadora del abatido Reyes, la relación de todo este andamiaje con las FARC pone de manifiesto la existencia del interés económico que produce la droga en expansión.


Carlos Manuel Acuña

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