jueves, 29 de abril de 2010

LOS JUICIOS A LOS MILITARES

Los Juicios A Los Militares Son Una Escenificación Del Odio Totalmente Ilegal

Cada vez que leo una noticia sobre los mal llamados “juicios a los militares” o un alegato en defensa propia de los acusados, como el que recibí hoy del Capitán de Corbeta Ricardo Cavallo, siento el mismo asco que sentiría una persona a la cual se la obligara a sumergirse en un pozo ciego lleno de excrementos.

Todo ese andamiaje, hipócritamente caratulado como “juicios”, no es nada más que un intento fallido de aparentar que se cumplen ciertas formalidades procesales para llegar a una conclusión preestablecida y única:

Todos los militares son culpables y los terroristas son inocentes porque están en el poder.

La verdad es que las Cámaras Penales han sido convertidas en “tribunales populares” ante los cuales las decisiones políticas tomadas en base a la ideología marxista que nos tiraniza, prevalecen sobre la Constitución y la ley.

Es inútil intentar argumentar con esta banda de facciosos.

Algunos militares lo intentan.

Comprendo su desesperación al encontrarse secuestrados y en condiciones inhumanas por voluntad de las fieras que los retienen.

Pero me pregunto si no sería más inteligente dejar sentado claramente que se trata de una arbitrariedad organizada al servicio del odio, para la cual las leyes nada importan ni tampoco las pruebas, y estigmatizar sin lugar a dudas la fantochada siniestra para que no tenga ni siquiera la apariencia de un juicio legal.

Presentando una defensa “técnica” obviamente inocua para los detentores del poder, se contribuye a crear la apariencia de una cierta legalidad.

Si el “acusado” se limitara a recusar a los jueces, tachar a los testigos y descalificar al tribunal como una “cheka” del odio y después guardaran un silencio despectivo dejando sentado para la Historia su rechazo de toda legitimidad a esos falsos procesos, creo que se ganarían dos cosas:

1) dejar una prueba irrefutable para la Historia de la arbitrariedad de que son víctimas y

2) tener la satisfacción de haber usado la única arma que les queda, o sea, el Derecho, aunque no se lo reconozcan.

Yo no soy penalista pero debo confesar mi poco aprecio por esa rama del Derecho, no porque sea irrelevante

(¡cómo habría de serlo si en sus ambientes está en juego la libertad y la vida de los hombres!)

Sino porque aún la jurisprudencia y la práctica normales del Derecho Penal son de una pobreza intelectual inaudita.

Soy abogado hace más de 50 años y he actuado en lo penal muy pocas veces, pero todas ellas me han dejado la impresión de que los abogados y los jueces que en ese ambiente se mueven se clasifican notoriamente en dos categorías:

a) los jueces y abogados justos y de sentido común y

b) los jueces y abogados “técnicos” que usan la técnica como una máscara para su capricho, sus odios o su codicia.

Gracias a Dios he conocido a un juez de los que pueden inscribirse en la categoría mencionada en primer término.

Los demás no.

Y desde que empezó este circo de los “juicios” a los militares, sólo he visto jueces de la clase (b).

De los abogados no juzgo porque no los conozco pero me sospecho que muchos de ellos actúan más por temor a esos jueces que por amor a la Justicia.

Todo esto viene a cuento porque he leído en los diarios del 21/4/2010 que han sido condenados a 25 años de prisión los generales Santiago Omar Riveros y Fernando Verplaetsen.

Ambos tienen más de 80 años y el primero está en el campo de concentración de Marcos Paz y el segundo muy enfermo en el Hospital.

Por lo tanto, esas condenas no son más que una burda y vesánica obra del odio y no de la Justicia.

El Gral. Bignone también fue condenado a la misma pena (“Clarín”21/4/2010, pag. 15).

Los Grales Riveros y Verplaetsen son dos señores de calidad, dos soldados de la Patria.

A los cuales no se les probó ni se les puede probar ninguno de los crímenes por los que los condenan.

Esta sentencia de los camaristas del Tribunal Oral Federal Nro. 1 de San Martín, Prov, de Buenos Aires, Marta Milloc, Héctor Segretti y Daniel Cisneros no vale absolutamente nada.

Ni siquiera vale el precio del papel en el que esté escrita.

Y ellos lo saben.

Pero también saben que si no condenan, se condenan.

Hace 7 años que estamos obligados a presenciar estas parodias judiciales.

Hace 7 años que somos culpables de no llamar a las cosas por su nombre.

Vuelvo a decir: no soy penalista y por eso no me atrevería a ofrecerme como defensor de ninguna de esas víctimas de la furia tiránica.

Pero por ser abogado hace 50 años puedo dejar planteada mi perplejidad.

¿Por qué los abogados defensores no dejan absolutamente en claro que todo esto es una farsa y permiten que los “tribunales populares” que se disfrazan con títulos rimbombantes, como el de ” Tribunal Oral Federal Nro. 1 de San Martín”, decidan la suerte de sus defendidos con apariencia de legalidad?

No sé si algún día la fuerza, que hoy convalida la injusticia, estará del lado de la Justicia.

Pero si sé que a los ojos de Dios y de la Historia, dejar las cosas claras es esencial, porque revela la convicción de la inocencia de los acusados.

En cuanto a estos, tanto les da estar secuestrados en los campos de concentración de la tiranía después de haber intentado en vano una defensa como si creyeran en la imparcialidad de los jueces o después de haberlos rechazado in limine como figurantes de una escenificación del odio.

Cosme Beccar Varela

miércoles, 28 de abril de 2010

MADRES DE PLAZA DE MAYO JUZGAN A PERIODISTAS

Participarán de un "juicio ético para denunciar la complicidad con la dictadura" de Guiñazú, Neustadt, Gelblung, Grondona, Morales Solá, Lagos y Viale.

Luego de los afiches anónimos que acusan a periodistas del multimedio Clarín, Hebe de Bonafini organizó un "juicio ético y popular", convocado por las Madres de Plaza de Mayo para este jueves contra los "periodistas y grupos de comunicación que fueron cómplices de la dictadura".

La organización que conduce Bonafini realizará un simulacro de enjuiciamiento a los periodistas Magdalena Ruiz Guiñazú, Bernardo Neustadt, Chiche Gelblung, Mariano Grondona, Joaquín Morales Solá, Mauro Viale y Julio Lagos.

Sus retratos figuran en los afiches de la convocatoria debajo de un texto que dice "Escuela de Mecánica de la Armada" (ESMA).

El juicio será en Plaza de Mayo, en el marco de la habitual ronda de los jueves de las Madres.

Pero ya avisaron que si llueve se hará dentro del predio de la ex ESMA, en un espacio cedido a la entidad que dirige Bonafini.

Los afiches contra los periodistas del Grupo Clarín serán condenados esta semana por las comisiones de Libertad de Expresión de ambas cámaras.

En el Senado, la titular del cuerpo María Eugenia Estenssoro (CC) pondrá a debate el tema el miércoles, mientras que su par de Diputados, Silvana Giúdici, lo hará el jueves.

En ambos casos, las legisladoras convocaron a los periodistas que fueron atacados, para que presten su testimonio.

martes, 27 de abril de 2010

QUIENES SOMOS, QUE DESEAMOS


Somos los presos políticos, que el poder tiene cautivos en sus cárceles en pleno siglo XXI.

Deseamos con estas cartas llegar al corazón de cada argentino para motivar una mesurada reflexión sobre nuestra realidad y existencia.

Estamos detenidos en el Complejo Penitenciario Federal Marcos Paz, imputados por hechos genéricamente conocidos como de Derechos Humanos.

Pretendemos promover un análisis sereno, profundo, justo y veraz, como así también hacernos conocer como seres humanos.

Se nos atacó sistemáticamente.

Se ignoró el contexto histórico de los hechos, para que parezcamos lo que no somos y representemos la parodia que un reducido sector social necesita o pretende.

Si la reflexión propuesta se realiza alejada de inquinas y mezquindades personales, permitirá obtener respuestas equilibradas que promuevan una solución política, a un problema que también es político.

Esta solución debe estar consagrada por su mesura, ser factible en su aplicación y ajustada a derechos, en el marco de una justicia ecuánime e independiente.

Al amparo de esta alquimia de ideas, buscamos motivar un replanteo sustentado en la verdad, eliminando las atrocidades judiciales que se han implementado para falsear la realidad.

Estamos hoy de pie, desde Marcos Paz, aquellos que en la década del '70 fuimos jóvenes oficiales, suboficiales, civiles de entre veinte y treinta años, para lanzar con estas cartas un grito que llame la atención de nuestra sociedad.

Hemos sido presionados mas allá de lo que persona o familia alguna puede sobrellevar.

Se nos convirtió sin serlo, en los únicos protagonistas y responsables de una etapa de la historia nacional que es patrimonio de todos y que solo dejo frustraciones, desencuentros y confrontaciones.

Nos dedicamos a formar familias, transformándonos de hijos en padres y abuelos, nos capacitamos, estudiamos y nos desenvolvimos en todos ámbitos sociales.

Trabajamos como profesionales, empresarios, comerciantes, empleados públicos, privados y estatales, como también en otras incontables tareas.Nos conoce nuestro entorno; amigos, vecinos, socios y clientes.

Hemos respetado y mantenido el orden social, sin transgredir la ley, con dedicación, entrega y armonía en la comunidad que nos cobija.

Reconocemos el agobio que producen en nuestro pueblo otros grandes temas como, los económicos, de seguridad, salud, educación o laborales, pero a pesar de ello intentamos levantar la voz para pedir verdad y justicia, para nosotros los presos políticos.

NO es necesario mancillar nuestro nombre y honor para salvar errores cometidos por un reducido número de personas.

NO se debe mantener una política parcial de Derechos Humanos, con la funcionalidad de ocultar la realidad social, ensayando para ello un ensañamiento hacia las Fuerzas Armadas, sus integrantes y sus familias.

NO se entiende porque ninguno de los poderes constituidos se hace eco de semejantes arbitrariedades e injusticias, abocándose a investigar lo actuado en las causas, mientras se nos mantiene, por años, privados de nuestra libertad.

Prisión de Marcos Paz

viernes, 23 de abril de 2010

CARTA A CRISTINA FERNANDEZ KIRCHNER

A Cristina F. Kirchner, de una familia argentina que tuvo que emigrar del país a causa del "IDEALISMO JUVENIL" de Ud. y su esposo cuando eran "MONTONEROS" y desparramaban las bombas por todo el territorio sin el menor remordimiento..., convirtiendo así a mi país en un verdadero caos, obligando a las FFAA a salir a combatirlos a pedido de la población sana y decente....

Y como los terroristas tiran las bombas y esconden las manos, (linda manera cobarde de defender sus ideales, en lugar de postularse e ir a elecciones) las FFAA tenían que pelear contra fantasmas y a raíz de eso se llegó a cometer abusos y los desastres que ya todos conocemos...

Quiero hablarte de mujer a mujer y a calzón quitao...

Lo que tú y tu vendido y corrupto marido pretenden es instalar el circo que hay en Venezuela en mi país, llevados no por los pobres, que nunca les importaron un bledo, sino por la ambición de poder y populismo propio de los mediocres populistas, que llenos de odio y envidia y como no pueden acercarse a los que son superiores a ellos, tratan de desprestigiar a los que ellos jamás podrán alcanzar...

¿Cómo pretendes que una persona con mediana inteligencia podría creer las mentiras y exabruptos que tú dices?

Pero dime, mujer, ¿tú crees que la gente no tiene memoria, que no saben lo que los terroristas montoneros le hicieron al país?

¿Que no conocen de sus crímenes, corrupción y robos...?

El robo de Santa Cruz de 1000 millones pertenecientes a la provincia y la corrupción ahora como mandatarios...

¿Crees que la gente y en especial los inversionistas podrían creerles a gentuzas como Uds., cuando no han respetado ni la constitución y mucho menos la democracia, que no han tenido ni respeto ni consideración por sus correligionarios, que no han aceptado un debate público, ni han dado reportajes a la prensa, y que sin hacer elecciones de primera, han puesto un candidato a dedo sólo porque Uds. lo dicen y todos deben aceptarlo...?

Se manejan ocultos entre bambalinas como una mafia que sabe que lo que hace no es lo correcto, y se dirigen al extranjero pensando que allí no los conocen y les podrían creer... Uds., que son de la misma banda y están en el gobierno...

¿Qué credibilidad se le puede tener a un mentiroso y falso hipócrita como tu marido, que habiendo acordado con Macri una cosa ahora no quiere entregarle los fondos que le corresponden para que él no pueda hacer bien su trabajo de Alcalde?

Eso es boicot, así Uds., lo acusarían de incapaz, y pondrían otro montonero...

Bonasso, por ejemplo...

¿Te parece bien que el Dr. Borocotó se postulara por el PRO para diputado y habiendo ganado se lo llevara el kirchnerismo?

Esos son golpes bajos propios de la chusma montonera, de delincuentes; eso no es política seria, por eso no se les puede creer.

Todos saben que la corrupción de Uds. está sentada a pura coima....

Además son ateos y al estar tan lejos de Dios admiran al Diablo...

¿Te acuerdas de lo que hicieron en la Cumbre de Mar del Plata con el Presidente de USA y el de México?

¿Eso hace un presidente serio?

¿Cómo piensan que un empresario pudiera querer invertir su capital en un país donde manda un dictador montonero que hace lo que se le da la gana y después, igual que Chávez y Castro, dicen que son democráticos....?

¿Qué clase de imbéciles creen que son los inversionistas?

Hay miles de cosas que no voy a enumerar, pero que todos sabemos y nos avergüenzan ante el mundo entero.

Claro que tú discurseas bien, por algo elegiste ser abogada, pero eso sólo convence a los idiotas.... tú.

Para mí, tienes dos cosas a tu favor: la labia de abogado y la experiencia de tu complicidad en toda la debacles que ha hecho tu marido...

Todo lo que tu marido hizo fue de tu conocimiento y tu aceptación, como corresponde en la sociedad conyugal, ¿o no?

¿Quién les va a creer que tú eres poco menos que La Madre Teresa y tu marido un tránsfuga sucio y traidor?....

¿Qué moral puede tener un gobierno que está endeudando cada día más su país, para obtener el "desendeudamiento?").

Prefiero una deuda digna limpia y bien vista, que pagarla a costa de la dignidad y descalificación de un país que supo ser una potencia y el LÍDER de Sudamérica...

¿Que tu llegada al poder será poco menos que un milagro?

¿Pero a quién le ganaste, pedazo de tarada, crees que no tenemos memoria, que no leemos, que no sabemos ni nos enteramos de nada, que somos idiotas que vivimos en el limbo... que puede venir una charlatana a tomarnos el pelo creyendo que porque es mujer los empresarios van a caer rendidos y sin pensarlo te creerán a ciegas...?

Yo vivo en USA y te aseguro que aquí saben hasta el color de tu trusa...

Ni con todas tus cirugías, ni llevándolos a la cama te llevarán el apunte...

Te guste o no, el mundo les ha dado la espalda y nunca, mientras haya un Kirchner en el gobierno argentino, pondrán un peso allí...

Están queriendo inversores capitalistas y se abrazan con un tirano...

¿Qué tienen en la cabeza, mersones?

¿Acaso estan haciendoles los mandados al loco de la boina roja rojita para acercarse a USA?

Los americanos jamás los aceptarán...

Eso grabátelo bien en tu testa.

¿Por qué no dejan de hacer el ridículo y actúan como gente seria...?

Nos han avergonzado ante el mundo civilizado...

Si a Uds. les gusta vivir entre la chusma, ahí se van a quedar solos y desprestigiados...

El negro al que Uds. han vendido la poca dignidad que les quedaba, sólo tiene petrodólares y mucho desprestigio.

El Primer Mundo lo desprecia... y el que está contra el Primer Mundo, se queda solo...

No mientas más.

Cada vez que abres la boca lo haces igual que tu amiguito Chávez.

No grites, habla como un ser humano y aprende educación...

Nos avergüenzas por la parte que nos toca como argentinos...

Adiós.

Petry

miércoles, 21 de abril de 2010

ALEGATO FINAL DEL GENERAL BIGNONE

ULTIMAS PALABRAS EN EL JUICIO ORAL

SEÑOR PRESIDENTE Y MIEMBROS DE ESTE TRIBUNAL:

Deseo expresar que, sin que esto signifique consentir la competencia de este Tribunal, procederé a dictar mi declaración de acuerdo al Artículo 393 última parte del Código Procesal Penal, reservando Recursos de Casación, Caso Federal y mi recurrencia oportuna a otros Tribunales de Justicia, de acuerdo con los términos que dicta la Constitución Nacional La Dra. CARMEN ARGIBAY, ministra de LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA, en una entrevista periodística con motivo de su voto contra la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final, manifestó:

“yo se diferenciar lo que es justicia de lo que es venganza”.

Lamentablemente parece que son más los jueces que no han advertido esta diferencia.

En la inmensa mayoría de los casos el acusado no necesita esperar todo el engorroso trámite del juicio para saber que está condenado.

Apenas recibe la citación para la primera indagatoria sabe que indefectiblemente será condenado.

Esta afirmación está avalada por lo acontecido hasta el momento en los juicios contra miembros de las FFAA, de Seguridad y Policiales, que cumpliendo órdenes indiscutibles tuvimos que intervenir en la lucha para erradicar el terrorismo de nuestra Patria.

Si bien hubieron poquísimas excepciones a esta afirmación, ellas ocurrieron con posterioridad a que los causantes purgaran varios años de prisión preventiva, lo que no hace otra cosa que confirmar la afirmación precedente.

Yo mismo, dentro de 3 meses habría cumplido diez años de mi vida en prisión preventiva sin condena alguna hasta el día de la fecha.

Sólo nos resta dilucidar la incógnita sobre el monto de la pena.

En mi caso, con 82 años de edad poco importa que sean 10, 25 años o perpetua, ya que seguramente DIOS me llamará antes de terminar de cumplirla.

Es por ello que en este escrito que graciosamente se me permite efectuar antes de la condena, no me defenderé repitiendo todas las violaciones a los principios inmutables de la JUSTICIA PENAL cometidas por las distintas instancias del juzgamiento y que, con meridiana claridad y fundamentos, expuso mi defensa, ejercida hasta la iniciación de esta juicio oral por el Dr. JUAN MARIA ABERG COBO, en las apelaciones ante las sucesivas instancias.

Quiero agradecer a los defensores oficiales en este juicio, Dres. PALERMO, TIPALDI Y GALLETTA por la dedicación , empeño y eficiencia con que han encarado nuestra defensa Me limitaré, si, a efectuar algunas reflexiones.

1) La guerra.


Es uno de los peores males de la humanidad.

En la guerra se mata y se muere.

El valor de la vida cambia.

El militar se prepara durante toda su vida para esa instancia.

Pero no por ello debe desear que ocurra para poner en evidencia su preparación, ya que intrínsicamente estaría deseando ese mal para su Patria.

Paradójicamente debe ser como un cirujano que se prepara para “operar” pero debería desear no verse nunca ante esa situación.

Dijo al respecto FRANCOIS MITTERAND (admirado por muchos ideólogos y altos funcionarios argentinos): “……no hay guerra dulce; la espada, el arcabuz, la ametralladora o el cañon, no se inspiran en un principio moral….

¿Que nación consentirá en proclamar por el amor a la paz:

¡yo no me defenderé! ?

Esta moral individual, sin duda la más bella, sólo lleva a la muerte o a la servidumbre, a los pueblos que la adoptaran”.

Ante la agresión terrorista la Nación Argentina empeño sus fuerzas armadas de seguridad y policiales para defenderse y aniquilar al enemigo subversivo.

Cabe aquí hacer mención al mensaje propalado por todos los medios del entonces presidente constitucional de la nación, Tte. Grl JUAN DOMINGO PERON el 20 de enero de 1974 a las 21 hs, con motivo del ataque terrorista a la guarnición militar de AZUL.

Si bien ese mensaje es altamente significativo, no pretendo repetirlo ahora en toda su extensión, pero si deseo remarcar un párrafo por el enorme significado que tiene con respecto al juicio que está en desarrollo.

Dice ese párrafo: Aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que pretendemos una patria justa, libre y soberana, lo que nos obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y empeñarnos decididamente en la lucha a que dé lugar.

Sin ello, ni la reconstrucción nacional ni la liberación serán posibles.

Su esposa y sucesora en la presidencia de la nación dio validez legal a esta clara intención del entonces presidente.

Sin embargo, 35 años más tarde, quienes se atribuyen ser herederos de los principios y doctrina del fundador de ese movimiento político se arrogan el derecho de pretender hacer justicia, vulnerando los más claros postulados de la justicia penal, para juzgar y condenar a quienes nos tocó dentro de la disciplina militar cumplir con aquellos claros propósitos.

Que fue una guerra nadie puede ponerlo en duda, ya que así la califican, no solamente numerosos escritos del entonces enemigo sino la cámara federal que juzgó a las Juntas militares.

Dice la resolución de la Cámara, en el capítulo I,

“De los hechos”.

“En consideración a los múltiples antecedentes acopiados en este proceso y las características que asumió el terrorismo en la República Argentina, cabe concluir que, dentro de los criterios de clasificación expuestos, el fenómeno se correspondió con el concepto de “guerra revolucionaria””.

Luego la Cámara señaló:

“Debemos admitir que en nuestro país, si hubo una guerra interna iniciada por las organizaciones terroristas contra las instituciones de su propio Estado”.

Queda clarísimo, no solamente que hubo una guerra sino que fue iniciada por las organizaciones terroristas.

Sólo la mala fe o intereses inconfesables pueden negarlo, como ocurrió en esta misma sala en exposiciones de parte de la querella.

En mi caso particular, cuando esta guerra se produce yo ya era oficial superior del Ejército y, a partir del 31 de diciembre de 1975, general de brigada con acuerdo del Senado de la Nación.

Consecuentemente mi reflexión es esta:

los que hoy me juzgan lejos del fragor de la guerra de 30 años atrás

¿que actitud piensan que yo debí haber adoptado entonces para no tener que ser hoy juzgado y condenado?

Solamente se me ocurren 2, a cual más repudiable.

La 1ª haber defeccionado en el combate buscando subterfugios para eludirlo.

Impensable para un militar profesional, máxime cuando se comparte la necesidad e inevitabilidad de ese combate singular.

Singular por sus características de guerra irregular contra un enemigo cruel, artero y sanguinario con métodos aberrantes y solapados.

La 2ª más despreciable todavía porque no sólo evitaría el juzgamiento sino que quizá hubiera sido compensado con alguna prebenda o cargo como ministro, secretario o embajador.

Esta 2ª actitud no es otra que, una vez terminada la guerra, alzar mi voz crítica contra mis superiores, camaradas y subalternos que junto conmigo o a mis órdenes intervinieron en la guerra.

Sin duda para el momento supremo de dejar este mundo resulta preferible el juzgamiento que el repudio unánime de mis superiores camaradas y subalternos.

Valga como ejemplo que en este mismo juicio tuvimos que soportar como testigos de la querella a dos coroneles que no solamente compartieron con nosotros los años de formación en el Colegio Militar, sino que además compartimos en más de un destino ideales, objetivos y, porque no, amistad sincera.

Ellos vieron truncas sus carreras, a punto de ascender al generalato, por haber sublevado unidades, algunas que ellos mismos comandaban, para oponerse al regreso a la democracia mediante las elecciones convocadas por el General Lanusse con ese fin.

Pero, paradoja al fin, después de las elecciones que yo convocara, en las que triunfó la fórmula ALFONSIN- MARTINEZ constituyeron una agrupación pomposamente llamada Centro de Militares para la Democracia. (CEMIDA).

Valga consignar aquí, que aquella intentona fracasó y que uno de los factores de ese fracaso fue la decidida oposición, entre otras muchas unidades, de la escuela de artillería, al mando del entonces coronel Santiago Omar Riveros siendo subdirector el entonces Tcnl Eugenio Guañabens Perelló, ambos procesados en esta causa.

Mientras los coroneles son testigos muy ponderados por los querellantes.

De no haber ocurrido el episodio que he descripto, seguramente estos dos coroneles habrían alcanzado el generalato, ya que en sus legajos había mérito para ello.

En tal caso, es más que probable que hoy estuvieran entre los procesados (quizá en lugar mío) y no como testigos de la querella.

A abundancia de ejemplos de estas características cabe mencionar el extenso alegato de un suboficial, también testigo de la querella, que personalmente tuvo participación en esta guerra y que no es juzgado merced a su testimonio de ahora, que en ese momento se cuidó muy bien de manifestar.

Por otra parte llama poderosamente la atención que pese a su bajo grado y cargo, esté habilitado para referirse extensamente y con prodigiosa memoria a hechos ocurridos hace treinta años en los que él participó.

A estos ejemplos a los que debe encabezarse con el de un ex Jefe de Estado Mayor, partícipe en la guerra como Teniente Coronel jefe de una unidad, hoy embajador del país desde hace más de cinco años, es que me refiero cuando digo que, sin duda para el momento supremo de dejar este mundo es preferible la condena, que el repudio de superiores, camaradas y subalternos que junto conmigo compartieron los horrores de esta guerra singular.

2) La obediencia debida.

Resulta una redundancia hablar de una ley “de obediencia debida” referida al cumplimiento del deber militar Esto es así porque la obediencia es intrínseca de la profesión militar.

El único condicionamiento es que la orden sea “en bien del servicio y en cumplimiento de las leyes y reglamentos militares”.

Así reza la fórmula con la que se pone en posesión de su cargo a un jefe, comandante o director.

“reconocerán como jefe de………. al.(grado, nombre y apellido), a quién respetarán y obedecerán en todo lo que mandare en bien del servicio y en cumplimiento de las leyes y reglamentos militares”

En toda mi carrera militar de subteniente a general de división he ocupado numerosos cargos.

En todos ellos mi superior inmediato me puso en posesión del cargo delante de tropa formada mediante la fórmula que he mencionado.

Jamás un subordinado mío dejó de cumplir una orden que yo hubiera impartido.

Esto significa que, o mis subordinados fueron todos faltos de carácter o mis órdenes fueron siempre “en bien del servicio y en cumplimiento de las leyes y reglamentos militares”.

Tengo un profundo respeto por quienes fueron mis subalternos por lo cual me niego a aceptar que fueran todos pusilánimes. Es obvio destacar que tuve como subordinados desde soldados, suboficiales, oficiales, jefes y oficiales superiores.

En mi último cargo en actividad tuve a mis órdenes cuatro generales.

Cualquiera de todos ellos hubiera cuestionado una orden mía que no se ajustara a la condición mencionada.

3) La justicia militar.

Tal como regía mientras estuve en actividad difería sustancialmente de la justicia ordinaria.

Era más severa la primera que la segunda ya que contemplaba hasta la pena de muerte.

No soy jurista pero siempre me han enseñado que en una (la justicia ordinaria) el principal bien protegido es la vida y la libertad.

En la justicia militar el principal bien protegido es la disciplina.

Y también es por ello que hay profesionales auditores con estado y grado militar que deben saber interpretarla y aplicarla.

El juzgarnos apartándonos caprichosamente del juez natural da como resultado una falsa interpretación del deber militar y las vicisitudes que implica la guerra.

4) La tergiversación de la historia.

A partir de 1983 y sustancialmente agravada desde el 25 de mayo de2003 una sistemática campaña de deformación de la verdad histórica se ha llevado a cabo lamentablemente con singular éxito.

Sin entrar en un análisis demasiado profundo, que no es el objeto de este alegato, me limitaré a mencionar las principales deformaciones de la verdad.

a) Se machaca con la cifra de 30000 desaparecidos.

Jamás se demostró la veracidad de tal cifra.

Es de dominio público que hasta una jueza de la Suprema Corte figura como desaparecida en las listas de la CONADEP.

No niego que la desaparición de personas, así sea de una sola, es delito en tiempos de paz.

En tiempos de guerra, particularmente en la guerra irregular tiene otra significación.

Pero me pregunto ¿porqué el empeño en la extrema magnificación de las cifras hasta el punto de dejarla asentada como verdad incontrastable?

Nunca se demostró que en 10 años de guerra fueran más de 8000.

Cifra mucho menor que la que se cobra por año hoy la delincuencia común.

b) Se baraja la cifra de 500 robos de bebés.

Esto resulta sensible e impactante.

El proceso llevado a cabo no llega a los 30.

Ninguno cometido por personal militar.

Menciono que en un caso emblemático las constancias en la causa son vagas, contradictorias y en todos los casos dichos por terceros y de oídas, lo que me consta por haber leído la documentación pertinente.

En esta causa yo presté declaración indagatoria y se me impuso prisión preventiva el 20 de enero de 1999 y fui excarcelado el 7 de octubre de 2005, habiendo agregado entre otros, dos documentos que demuestran un claro mentis al supuesto y difundido “plan sistemático de robo de bebés”.

Esos dos documentos son:

1) listado con nombre y apellido de, al menos 273 bebés devueltos por las Fuerzas Armadas a sus familiares o a la justicia.

2) Anexo a la orden de operaciones del 1er Cuerpo de Ejército en la que se especifica claramente cual debe ser el proceder con niños nacidos en cautiverio.

c) Se nos tilda de represores y genocidas.

En principio el término represión no es descalificante.

La autoridad tiene el deber de reprimir los delitos o trasgresiones de cualquier tipo Así lo determinan los códigos:

se reprimirá con…….. Lo de genocida no resiste el menor análisis.

Lo ocurrido en nuestro país no se ajusta en lo más mínimo a la definición internacional del delito de genocidio.

Sólo voceros del odio y la venganza y/o jueces venales o, cuanto menos absolutamente parciales pueden dar por probado tal delito en la lucha contra el terrorismo vernáculo.

d) Se denomina criminalmente como “centros clandestinos de detención” a los LRD (lugar de reunión de detenidos) contemplados en las órdenes impartidas y en las leyes y reglamentos militares.

e) La noche de los lápices.

Se llegó al extremo de filmar una película con ese título deformando totalmente la realidad y haciendo aparecer a represores eliminando estudiantes por reclamar un boleto estudiantil.

Aparece un único sobreviviente, Pablo Diaz.

Esto lo desmienten declaraciones de otros sobrevivientes (eran por lo menos cuatro) que reivindican su militancia y aclaran que en realidad se trataba de una célula terrorista que ellos integraban y que no tenía relación alguna con el reclamo por el boleto estudiantil.

f) Jóvenes idealistas.

Se insiste ante la sociedad por distintos medios en referirse a los terroristas como “jóvenes idealistas”.

Esto es una tergiversación grave de la realidad de las décadas del 60 y 70.

Lo real era que existían clandestinas organizaciones terroristas cuyos integrantes no eran ni demasiado jóvenes ni idealistas, entendiendo por tales un ideal para el bien.

Su ideal no era otro que la toma del poder por la fuerza subversiva para imponer un sistema alejado de nuestra tradición republicana y democrática.

Tenían combatientes, tácticas y estrategias revolucionarias.

Fábricas de armamento, bombas y munición, cárceles “del pueblo”.

Mataban indiscriminadamente y a traición.

Ponían bombas en lugares concurridos.

Asaltaban y robaban.

Cambiaron su identidad.

Fabricaban y portaban pastillas de cianuro para autoeliminarse.

Ocuparon parte de territorio (Tucumán).

Al calificarlos como tales logran hacer aparecer a las fuerzas armadas de seguridad y policiales, encargadas por el estado para su aniquilamiento como fuerzas ilegales empeñadas solamente en acciones de lesa humanidad, totalmente contrario a la realidad de guerra revolucionaria librada en el país, tal como lo determinó la cámara federal en el juicio a los comandantes de esa guerra.

5) De lo sublime a lo insólito.

Sublime es la imagen de la justicia: bella dama de ojos cubiertos sosteniendo una balanza de dos platillos, para colocar en ellos sin influencia alguna, merecimientos y/o defectos para inclinar el fiel de tal balanza según inmutables preceptos mundial e históricamente establecidos.

Además siempre se ha buscado darle solemnidad en las formas para no tergiversar un fondo ecuánime.

Así se apela al moblaje solemne a togas y aun pelucas en cabeza de los magistrados.

Insólito resulta un juicio montado en un improvisado escenario, en el que debe hasta interrumpirse por el ruido de la lluvia, sin otra finalidad que dar cabida a quienes pretenden a través del escándalo diario convertir la justicia en venganza, como lo predijera la Dra. ARGIBAY.

Imagino la incomodidad espiritual de los señores camaristas al tener que impartir justicia en tales condiciones.

La incomodidad moral de los acusados, no la imagino.

La hemos sufrido a través de estos largos meses, en que hasta nos hemos visto obligados a soportar le exhibición de fotografías de supuestas víctimas que eran prolijamente colocadas por la mañana en los asientos que ocuparía el público de la parte querellante.

Resultaba obvio que esto era posible por la complicidad de alguien encargado de esta tarea desde tempranas horas.

No resultaba un gesto espontáneo, sino una evidente provocación.

No resulta sobreabundante mencionar que debimos usar precarios e incómodos baños químicos y no los de las instalaciones permanentes, como así también haber sido objeto de graves calificativos, caprichosamente extendidos a nuestros abogados defensores.

También llama la atención el hecho que, inmediatamente del pedido de penas de la querella, el hecho era de dominio público ya que fue trasmitido por los distintos medios radiales y televisivos y luego por los medios gráficos.

En contraposición a ello fue llamativo el absoluto silencio público sobre las exposiciones de nuestra defensa.

Surge otra vez la pregunta:

¿se busca justicia o venganza?.

6) Las circunstancias.

Conocidos son los dichos del filósofo español José Ortega y Gasset sobre el “yo” y las circunstancias

“Yo soy yo y mis circunstancias” , dijo.

Hago esta disquisición porqué yo me desempeñé de enero a octubre de 1977 como Jefe del Estado Mayor del Comando de Institutos Militares (aprovecho para aclarar una vez más en este proceso que yo fui nombrado como Jefe del estado mayor del Comando De Institutos militares y no como segundo comandante cuyas funciones son distintas ya que el jefe de estado mayor no tiene mando sobre las unidades dependientes.

Así figura mi nombramiento por Boletín militar reservado Nº 4698 del 14 de enero de 1977).

Por mi desempeño en ese cargo estoy actualmente procesado y sometido a juicio, junto a otros camaradas, nada menos que por varios delitos de “lesa humanidad”.

Solamente tres años más tarde, en 1981, me desempeñé como Comandante de Institutos Militares. Entonces, ni yo, ni ninguno de mis comandos dependientes fue imputado de delito alguno.

La pregunta obvia es

¿Qué pasó?

Yo era el mismo profesional militar en 1977 que en 1981, lo mismo que quienes me estaban subordinados.

La respuesta, también es obvia; las que variaron fueron las circunstancias.

Pese a lo que se pretende afirmar después de treinta años, en 1977 la lucha contra la subversión no estaba dominada y menos terminada.

Se nos juzga como si hubiéramos violado la ley en tiempos normales, que estaban lejos de serlo, y sustrayéndonos de nuestro juez natural de entonces que no era otro que la justicia militar, que justamente era la más apta para juzgar a los profesionales militares por su desempeño en la guerra, y era lo vigente en ese momento.

En cambio, en 1981 en toda la jurisdicción a mi cargo no se registró ni un solo hecho vinculado a tal guerra irregular.

Repito, éramos los mismos profesionales con los mismos principios y valores que nos rigieron toda la vida y que mantendremos en las circunstancias que nos toque todavía vivir.

Podría continuar con esta enumeración pero me remito a toda la documentación minuciosamente documentada que obra al respecto, entre la que cito:

La otra parte de la verdad, La mentira oficial y El Vietnam argentino del joven abogado Nicolás Marques, o los dos tomos de Por amor al odio de Carlos Manuel Acuña, o los tres tomos de in memorian del Círculo Militar, o Guerra Revolucionaria en la Argentina (1959- 1978 de Ramón Genaro Diaz Bessone, o los últimos libros de Juan Bautista Yofre entre otros.


sábado, 17 de abril de 2010

LA INTERNA POR EL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO

Un discreto movimiento de piezas en la cúpula del Ejército refuerza el poder del Director de Inteligencia, general César Milani.

Una semana atrás, el general Daniel Oscar Camponovo, segundo en antigüedad en el Ejército y Comandante Estratégico del Estado Mayor Conjunto, fue sometido a dos importantes intervenciones quirúrgicas en el Hospital Militar Central, como consecuencia de un infarto al corazón.

Esta grave dolencia del militar no sería producto de la fatiga de combate o stress pos-traumático producto del ejercicio del mando en situación bélica o por legítimas preocupaciones ante el deterioro que sufre la Fuerza en todo sentido, situación de la cual, como general, también es responsable, sea por claudicación moral o incapacidad intelectual.

Sencillamente se infartó porque la Ministro de Defensa Nilda Garré le ordenó desalojar su despacho en el cuarto piso del Edificio Libertador y trasladarse a otro lugar.

Este episodio llama la atención, ya que el General estaba entre los pocos afectos de Garré, y era un fuerte candidato a reemplazar al Jefe de Estado Mayor, general Luis Pozzi.

Evidentemente, Camponovo ya no gozaría del respaldo ministerial, habiendo caído en desgracia.

Eso, sumado a tener que llevarse la alfombra roja a otra oficina (si la encuentra), habría provocado su grave problema de salud.

El terreno despejado

Mientras se recupera en el nosocomio castrense, Camponovo estaría además experimentando la "soledad del no mando", ya que prácticamente no recibe visitas de camaradas en actividad o en servicio, y no porque las tenga prohibidas.

Esta "baja de combate" en la interna militar deja cada vez mejor posicionado a Milani para hacerse cargo del Ejército, o de lo que queda de él.

El kirchnerismo sabe que inevitablemente ingresa en un ciclo de fuertes turbulencias y se prepara para aumentar su control político sobre las fuerzas armadas, para cortar de raíz cualquier asomo de disidencias.

Alexis Di Capo

sábado, 10 de abril de 2010

ARGENTINA VIOLENTA

Hebe de Bonafini una anciana llena de odio

http://saleconfritas.blogdiario.com/img/ahebe.jpg

Uno de los símbolos más polémicos del país violento que hoy día resulta la Argentina es la 'Señora Odio', Hebe Pastor de Bonafini, una anciana llena de resentimientos y abrazada a las ideas más extremistas (mal llamadas 'revolucionarias') encarnada por sus peores exponentes.

Esta mujer, enriquecida por los dineros entregados por el gobierno de los K, gestiona ingentes recursos públicos a la vez que atenta en forma sostenida contra la paz social.

La presidente de Madres de Plaza de Mayo, una beneficiaria importante de los dineros K que la han convertido en una defensora a ultranza de los Kirchner pero también ha apoyado causas extremistas como las del dictador Fidel Castro Ruz, la del violento Ernesto Guevara, la del terrorismo vasco de la ETA, la del terrorismo colombiano de FARC y la del autoritario Hugo Chávez Frías.


Ella también se pronunciado sistemáticamente en contra de los gobiernos del llamado 1er Mundo, la socialdemocracia, el Estado de Israel, el neo-liberalismo, el F.M.I., todos vistos por Bonafini como la corporación del Poder, del sistema actual de dominio internacional, que provocó, entre otras cosas, las víctimas del cívico-militar Proceso de Reorganización Nacional.

Hebe de Bonafini abunda en demostraciones de intolerancia y falta de respeto:


- "Horacio Verbitsky es un sirviente de Estados Unidos.

Recibe un sueldo de la Fundación Ford y, además de ser judío, es totalmente pronorteamericano".

- "Pino Solanas realmente es muy cagón.

Cuando él estaba con las madres y hablaba del petróleo, le propusimos volar un pozo de petróleo e inundar una ruta para captar la atención de las autoridades en torno a sus denuncias.

Entonces me dijo 'Ah no, eso no'.

Se cagó en las patas, él habla mucho y hace poco".

-"Voy a hablar con mucho dolor de nuestro compañero de Morón que también perdió la chaveta Martín Sabbatella, criticando tan duramente al gobierno de nuestra Presidenta, diciendo que es igual al gobierno de Menem.

Que se les caiga la lengua" (por Sabbatella y Pino Solanas).

- “El problema más importante del país no es el de los desaparecidos.

El problema más importante es el problema económico.

Para nosotras la legalidad no existe.

Ni siquiera pagamos impuestos”.

- "Ella (Cristina de Kirchner) es brillante para todo pero la oposición no es una oposición, es una mierda".

- “Cuando pasó lo del atentado a las torres Gemelas yo estaba en Cuba visitando a mi hija, y sentí alegría.

No voy a ser hipócrita, no me dolió para nada.

No me dolió para nada, porque siempre digo en mis discursos, decimos las madres, que nuestros hijos serán vengados el día que el pueblo, algún pueblo sea feliz.

Y creo que en el momento del atentado, un atentado sin ninguna declaración de guerra, alguien que declaró la guerra sin portaaviones, sin aviones, sin misiles, sino con el cuerpo, y no es muy fácil declarar la guerra con el cuerpo, por eso fue inesperado, porque tanta tecnología no le sirvió a EE. UU.

Yo sentí que había muchos pueblos en ese momento que eran felices y sentí que la sangre de tantos en ese momento era vengada”.

- (Explicando porqué se oponía a un Museo de la Memoria)

"Ya vi otros museos de los organismos, y ahí no van a estar los fusiles FAL que usaban nuestros hijos, ni las estrategias que usaban cuando ellos quisieron hacer la revolución.

Siempre pensé en mis hijos como guerrilleros y revolucionarios, con un gran orgullo.

Si en un museo no va a estar cómo fue la organización, las luchas que hubo, los hechos que realizaron, no sirve".

- “Yo me siento revolucionaria sin haber usado nunca las armas, pero creo en la revolución armada.”


- “Un revolucionario nunca es terrorista.

Es alguien que quiere el bien del pueblo para que otros vivan, coman y sean felices.

El terrorista es el Estado que reprime, el otro es una respuesta prevista en la propia Constitución”.

Acerca de su conversión al kirchnerismo (omitiendo todo lo referente a subsidios y prebendas que ella comenzó a administrar desde su 'nuevo enfoque'):

- "Me la pasé diciendo que Menem, Duhalde y Kirchner eran la misma mierda.

Y después tuve que ir a decirle: "Señor presidente, me equivoqué, yo dije que usted es la misma mierda que los otros pero no: usted es totalmente distinto".

Y se lo reconocí así, sinceramente".

- "Las Madres somos muy libres para decir lo que pensamos.

En un discurso, hace años, dije que alguna vez un hijo nuestro iba a cruzar la plaza, y se iba a sentar en el sillón para ser presidente.

Y ahora él me contó que el 24 de marzo de 1976 ya empezó a pensar que quería llegar a Presidente.

Lo que no soñé es que algo así iba a ser tan rápido".

- “Tenemos la suerte de tener un gobierno que nos muestra el camino de la democracia para condenar a los asesinos.

Estamos orgullosas las madres de vivir en este país regado de sangre por los patriotas, Gracias Cristina y también gracias Néstor.

Sabemos que faltan cosas, pero nunca hubiéramos pensado que hubiera habido asesinos en las cárceles, muchos condenados, miles procesados, anulados la obediencia debida y el punto final”.

Vale recordar también las confesiones casi olvidadas del arquitecto Bonafini, quien fue marido de Hebe Pastor, en el programa televisivo del ya fallecido Bernardo Neustadt, en junio de 2002:

- "Me extraña lo que dice y hace mi ex mujer.

Antes de anoche, cené con mis hijos Jorge y Raúl, en la "Posada de Juanillo aquí en Madrid, precisamente frente a la casa del actor Héctor Alterio que junto a su señora estaba ubicado en una mesa frente a nosotros”.

- “Mi ex mujer que se casó conmigo odiando mi ideología desarrollista, todos saben que admiré a Don Arturo Frondizi toda mi vida, ella fabricaba disputas todos los días.

Cuando me divorcié le prohibí el uso de mi apellido”.

-”Sinceramente creo que el odio la enfermó mentalmente.

Ella debe hacer esto por los hijos de otras madres, porque nuestros hijos están vivos".

Esta mujer llena de fobia salió a respaldar a los cuidacoches (trapitos) y a los piqueteros que se tapan la cara y portan palos en marchas callejeras y calificó de "siniestro" al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, porque quiere combatirlos.

En su habitual ronda de los jueves en Plaza de Mayo, Bonafini dijo el 01/04:

- "Hoy, acá, todos tendríamos que tener un trapito en la mano para ser los trapitos que quiere combatir Macri, ese hombre tan siniestro que quiere condenar a los piqueteros porque se tapan la cara".

- "Los primeros piqueteros, que fueron los de Cutral-Có, se tenían que tapar la cara porque los perseguían cuando sabían que cortaban las rutas".

- "Entonces, para hacer algunas cuestiones, los pibes se tapaban la cara para que nadie los conozca.

Así nacieron los piqueteros y muchos que se tapan la cara es para que después no los lleven presos".

- “Acá hay muchos ladinos, por decirles poco que no quieren ni a piqueteros ni a los trapitos”.

- “Macri quiere perseguir a los pibes que si quisieran robar, no limpiarían los vidrios, irían a robar directamente".

- "Limpian los vidrios porque no quieren robar; habrá uno que otro, yo no digo que no.

Pero la verdad, limpian los vidrios porque no quieren robar".

Reflexiones: Cuánto daño le provoca a este malhumorado y enfrentado país (gracias al gobierno nacional y sus secuaces) una maligna mujer, testigo y protagonista de épocas de dolor que ella no se cansa de convertir en presente 40 años después porque así devino en mujer adinerada.

Olvida esta mujer que defendiendo el negocio de los trapitos patoteros, también defiende parte de la corrupción policial por admitir el accionar de estos sobre sus avasallados “clientes” por permitirles que los extorsionen.

¿Por qué defiende Bonafini la violencia de los caras tapadas?

La mayoría de ellos son menores de edad, según dicen.

Entonces el argumento de ella -que si los identifican, van a la cárcel- es mentiroso.

El orden y la defensa del ciudadano común a merced de estos vándalos poco le interesan a esta caricaturesca octogenaria.

Conclusión:

El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, afirmó este 2 de abril de 2010, que la Semana Santa "es una invitación a serenar los espíritus" y advirtió que "no se puede vivir en un tono de crispación y permanentes enfrentamientos".

Ñáñez también pidió a los gobernantes, y a la sociedad en general, una actitud de "diálogo y consenso" para solucionar los problemas y terminó diciendo:

- "Los argentinos como pueblo, como Nación, como sociedad, tenemos una tendencia a ser terminantes, a ser intolerantes".

- "Como Nación, tenemos que tomar conciencia de esto y producir un cambio, porque si no vamos a estar siempre enfrentados".

Lástima que Hebe de Bonafini nunca aprenda la lección y a esta altura de su vida es casi imposible que se baje de un discurso que le permite vivir mejor que al promedio de los argentinos.

Citando un mensaje del apóstol Pablo a los primeros cristianos, Ñáñez trazó un paralelismo con la situación actual en la Argentina y apuntó:

"Si ustedes están así van a terminar destruyéndose, y eso no es un futuro alentador para el país".

Jorge Hector Santos

viernes, 9 de abril de 2010

ESCANDALO EN EL JUICIO AL GRAL MENENDEZ

POR SU TESTIMONIO

PIDEN LA DETENCION DE CARLOS MANUEL ACUÑA

Ayer por la mañana, sorpresivamente, el testigo ofrecido por la defensa del General Luciano Benjamín Menéndez, Carlos Manuel Acuña, se presentó en el Tribunal Oral Federal, desde donde había sido citado para declarar como testigo en el juicio Oral y Público a Militares y Policías.


Habló durante más de una hora con precisión y abundando en detalles.

Dio una clase de historia que bien debería enseñarse a nuestros adolecentes y jóvenes.

La querella y el Fiscal se enfurecieron con sus declaraciones y tras un largo interrogatorio en el que hubo exabruptos y gritos, el Fiscal Alfredo Terraff en nombre del Ministerio Público Fiscal, pidió la inmediata detención del testigo.

Se vivieron momentos tensos en la Sala y una vez más el Tribunal hizo primar la razón.

Silenciosamente y sin hacer demasiado ruido, anoche había llegado a la provincia el conocido periodista y escritor Carlos Manuel Acuña para ser testigo en el juicio Oral y Público a militares y policías por “la existencia de un centro clandestino de detención en la ex Jefatura de Policía”

Caminando con dificultad y visiblemente preocupado por una baja de azúcar que lo aquejaba en ese momento, Carlos Manuel Acuña llegó a la Sala de audiencias acompañado del abogado Horacio Guerineau, defensor de Luciano Benjamín Menéndez. Llevaba bajo su brazo tres libros de su autoría (los dos tomos de “Por amor al odio” y “Verbitsky – De La Habana a la Fundación Ford” que luego dejó de regalo para la Justicia Federal en Tucumán.

Era el primer testigo de la mañana y se sorprendió con la poquísima gente presente en la Sala del juicio y porque en las inmediaciones no había absolutamente nadie.

“¿Dónde están todos los que parecen haber cuando uno ve por televisión?”, dijo con ironía.

El anuncio de que el testigo estaba ya en el edificio por parte del secretario García Zavalía causó estupor y la abogada Laura Figueroa expresó su molestia ya que supuso que primero serían escuchados todos los testigos de la querella y recién allí los de la defensa.

El Presidente Jiménez Montilla le dio la razón diciendo que no lo habían tenido en cuenta, pero hizo pasar de inmediato a Acuña a la Sala.

Juró por Dios y los Santos Evangelios y con absoluta tranquilidad se sentó en el banquillo para prestar testimonios.

Informó brevemente sobre su estado de salud diciendo que salía de una operación cardiológica, que era diabético, que tenía dificultades respiratorias y que “estaba un poco gordo” con cierto sentido del humor.

A continuación, y a pedido del Doctor Guerineau comenzó su exposición que sinceramente, fue una clase de historia.

Hizo una introducción sobre el proceso del terrorismo desde 1959 en adelante, aclarando que uno de los factores que lo marcó en ese tema es el de tener uno de sus hermanos desaparecidos.

Y contó que el 6° de una familia de 8 hijos fue guerrillero pero que luego se arrepintió y cuando decidió salir con el apoyo de todos ellos, desapareció para siempre.

Dijo que el fenómeno de Argentina no fue una excepción y que no hubo en este país una guerra civil, sino que fue una guerra terrorista diferente y la comparó con “la guerra fría”.

Detalló pormenorizadamente y fundamentando siempre con ejemplos concretos, la evolución del terrorismo en Argentina, hablando de los Uturungos, de la presencia extranjera en Orán donde se adiestraba a guerrilleros a principio de los 60 y aseguró que las FFAA no pelearon sólo contra una invasión interna sino también contra fuerzas externas.

Relató el episodio de la bomba que estalló en un edificio de calle Posadas, en la Capital Federal, por error de un grupo que manipulaba explosivos y aseguró que entre los escombros de los 8 pisos que se derrumbaron había planos de la provincia de Tucumán a la que ya se estudiaba para lo que sería la guerra.

Alarmó a todos y provocó las primeras quejas del poquísimo público presente, cuando dijo que en Argentina habrá un proceso reaccionario y que “se está gestando un nuevo grupo terrorista en el sur, con los que se dicen mapuches”.

En ese momento el Presidente del Tribunal hizo callar a los presentes amenazando con desalojar la sala ante la próxima queja.

Habló mucho del “Che”, refiriéndose siempre a él como “Ernesto Guevara Lynch”, mencionó a Mario Roberto Santucho, guerrillero santiagueño, y dijo y una y otra vez con contundencia y convencimiento, que HUBO UNA GUERRA.

Criticó duramente a Verbitsky, quien “cobraba sueldo del Gobierno de Onganía” y aclaró que él también perteneció al Gobierno de Onganía gracias a lo cual se contactó y conoció a muchas personas, entre ellas, manifestó, a Nilda Garré.

Repitió una vez más que hubo una guerra y agregó que hubo valentía y actos de coraje.

Mostró el acta de Montoneros, firmada en 1989, en la que se comprometían a pacificar el país y terminar con las divisiones, acto que nunca se concretó.

Habló de la inseguridad que hay en el país y de los ataques y dijo que esta escalada de violencia es progresiva.

En este momento los abogados protestaron y desde el público se levantó una señora y a los gritos pidió que “hagan callar a este señor de la derecha mientras acusaba al tribunal de permitirle explayarse”.

Jiménez Montilla ordenó que sacaran a la señora y ella, gritando más todavía, les decía a los Gendarmes “que no la toquen”, fueron momentos tensos hasta que se retiró.

El tribunal pidió respeto para el testigo y les recordó a los abogados querellantes que sus testigos habían sido escuchados en silencio. Hubo muchas quejas que no prosperaron.

Con tono pausado Carlos Manuel Acuña expresó: “cuando digo que habrá una reacción contestataria me equivoco, ya empezó, acá mismo en la sala hay personas intolerantes que no permiten la libertad de expresión por ejemplo”.

Laura Figueroa estaba indignada y acusó al tribunal por otorgar al testigo una “tribuna política”, sin embargo Acuña continuó su exposición sólo interrumpida un par de veces, primero por indisposición del imputado Cattaneo, que sufrió una descompensación respiratoria mientras seguía el juicio por teleconferencia y luego por problemas técnicos que impedían ver la imagen en la casa del General en cuestión.

Ya por separado hemos publicado las declaraciones de Acuña, pero no queríamos dejar de manifestar la vivencia de Periodismo de Verdad allí dentro para compartirla con nuestros lectores.

Acuña se sentó en el banquillo a las 10 en punto de la mañana y estuvo allí hasta pasada las 14 cuando se retiró luego de un cuarto intermedio para que el tribunal resolviera que hacer con el pedido de “detención inmediata”.

Tras casi dos horas en las que Acuña habló pausado, tranquilo y demostrando conocer al dedillo la temática de la guerrilla y de LA GUERRA en Argentina , comenzó el tiempo de preguntas y respuestas que tuvo tramos irónicos, risas, enojos y hasta llantos.

Preguntas y respuestas:

Horacio Guerineau comenzó el interrogatorio y le preguntó cuántos guerrilleros estimaba que actuaron en el país.

Aclarando que era una cifra estimativa, Acuña dijo que alrededor de 20.000 divididos en “combatientes, simpatizantes y aspirantes” que usaban grados similares a los de los Militares.

En la selva tucumana agregó luego, pelearon cerca de 3.000 y resaltó que se había elegido a Tucumán especialmente por su topografía.

Había gente que iba y venía, aseguró y relevos en la zona del monte.

Guerineau lo interrogó luego sobre cuál era su concepto sobre la CONSADEP o la comisión Bicameral creada en Tucumán.

Dijo no conocer demasiado la actuación de la Bicameral, pero si poder intuir, en base a sus investigaciones, que no fueron creíbles.

Esas organizaciones fueron creadas posteriormente a los grandes acontecimientos bélicos del 70 comentó y concurrieron quienes se creían víctimas.

Dio algunos ejemplos por ejemplo que “todos los que declararon allí tuvieron la suerte alguna vez de correrse la venda de los ojos y ver situaciones que no existieron”.

Han dicho disparates, agregó y sostuvo que han incurrido en mentiras que no distorsionan la realidad”.

A continuación el abogado de Menéndez le preguntó que sabía acerca de los centros clandestinos de detención.

Respondió Acuña “que los militares cumplían órdenes” y que en esos centros se operaba en función a eso. No corresponde en absoluto el término “clandestino” aseveró.

“¿Y de las cárceles del pueblo?” Existieron demasiadas, dijo con seguridad, y allí prisioneros militares y civiles permanecieron en condiciones inhumanas, tratados salvajemente, y entonces recordó al Coronel Larrabure.

“Si, existieron y tengo fotos” reveló.

El general Cattaneo desde su domicilio y acompañado por uno de sus abogados defensores pidió hacer uso de la palabra.

La querella protestó diciendo que se había convenido en que los imputados no pudiesen interrogar, a lo que Jiménez Montilla respondió que se trataba de un testigo ofrecido por la defensa y que no hacía lugar por lo tanto al reclamo.

Cattaneo desde su silla de ruedas y con su mochila de oxígeno pero con mucha firmeza saludó a Carlos Acuña para preguntarle luego si el decreto firmado por María Estela Martínez de Perón ordenando “aniquilar al enemigo” era una declaración de guerra, respondió que sí, que era una orden clara y precisa.

Cattaneo consultó luego: “Las tropas, las fuerzas de seguridad, los militares que realizaban maniobras, ¿atacaban a la población civil ó quien las atacaba”?

He investigado muchísimo al respecto, respondió Acuña, y puedo asegurar que fueron los terroristas los que atacaron a los civiles para amedrentarlos e intentar convertirlos en informantes.

Los militares en cambio dijo Acuña actuaban en defensa de los ciudadanos y puso como ejemplo “la batalla de Manchalá”

“¿A su criterio quien cometió crímenes de lesa humanidad?” dijo el general pero el Tribunal respondió que esa pregunta no correspondía con lo que Cattaneo dio por terminada su intervención.

Luego fue el turno del Doctor Ezequiel Ávila Gallo (h) quien le preguntó si conocía alguna organización denominada “OLAS”.

Con precisión Acuña respondió que tenía base en Cuba pero que tenía representación en tres continentes.

Tenía como objetivo el cono sur, dijo el periodista y en especial en Argentina.
Ávila Gallo le consultó si participaban en la misma ciudadanos argentinos, “Sí, desde 1964 y comandados por Santucho viajaban contingentes a formarse ideológica y militarmente” sostuvo.

Ávila Gallo lo remontó luego a lo declarado en referencia al grupo guerrillero que se había instalado en Orán (salta) preguntándole si recuerda un argentino de nombre Mascetti. Acuña manifestó tener pleno conocimiento de esta persona que si estaba dentro de ese grupo terrorista y que escribió un interesante libro en el que cuenta su experiencia en el ERP.

Mascetti dejó un hijo en Cuba, sostuvo, que luego se casó con la hija de un prestigioso general cubano y que trabajó mucho tiempo para los servicios de Inteligencia de la Habana. Luego desertó dijo y vino a la Argentina en donde fue amparado.

Uno de los integrantes del Tribunal, el Doctor Casas quiso preguntar diciéndole que no lo consideraba un testigo de causa sino más bien un estudioso.

Casas le dijo: Señor Acuña, acá un militar dijo en su testimonio que las fuerzas guerrilleras no tenían dimensión suficiente para resistir una guerra con las FFAA…

Con fuerza Acuña se acomodó en la silla y dijo “si hubiesen tenido fuerza suficiente y paralelamente hubiesen encontrado incapacidad profesional en las fuerzas militares, de seguridad y policiales entonces hubiesen vencido, pero encontraron todo lo contrario señor.”

Casas continuó: “¿usted considera que hubo una guerra, los bandos cumplieron con los pactos de Ginebra?”

Las FFAA si, dentro de los límites posibles, los otros no, respondió tajante pero aclaró que era una guerra nueva, que la guerrilla del siglo XX fue diferente.

Casas pregunta: Usted sabe que muchos consideran que los delitos cometidos por las FFAA son de lesa humanidad.

¿Considera que los actos de la guerrilla son de lesa humanidad?”.

Efectivamente señor.

Casas: Los crímenes de guerra, ¿son delito de lesa humanidad?

No lo sé señor, no soy abogado.

Son delitos de guerra dijo tranquilamente.

El abogado de Menéndez, Horacio Guerineau le solicita al testigo una reflexión final:

“Mi investigación literaria, dice Acuña, me permite sacar como conclusión que la historia se repite y que hoy existe terrorismo en contra de quienes defendieron a la Patria y lucharon contra el enemigo de la República”.

La perspectiva que se abre en Argentina es dolorosa, aseveró.

La esencia del derecho está rota, se incorporan elementos ideológicos que deforman la realidad dice Acuña.

Fue el turno del Fiscal Alfredo Terraff:

Habló con el vozarrón que lo caracteriza y dijo: señor Acuña, en su exposición usted dijo que hubo una guerra intencional realizada en nuestro territorio.

Dijo también que nuestras FFAA lucharon contra una invasión externa y que hubo guerra.

Dijo además que el decreto de la Presidente María Estela de Perón era una declaración de guerra y que había que aniquilar al enemigo y finalmente dijo que el terrorismo atacaba a la población civil para amedrentarlo y convertirlo en enemigo.

Le pregunto: ¿qué opina del robo de bebes?

Acuña le dice antes de responder “celebro la exactitud de su resumen señor fiscal”.

Respecto al robo de bebés al que suele agregársele la palabra “sistemático”, ha sido demostrado que no ha habido apropiación ilegal de niños y sólo se conocen 8 casos que fueron una demostración de amor” porque les brindaron un nombre, una familia, amor y les abrieron las puertas al mundo” sostuvo mientras los presentes se miraban indignados.

Y en cambio sostuvo que hubo guerrilleros que con sus hijos en brazos portaban armas y fusiles.

Fue esta sin dudas la respuesta que más irritó tanto público como a los abogados presentes y con la que titularon casi todos los medios en la provincia.

Hablando de amor, le dice el Fiscal con ironía,

¿Qué opina de las probadas judicialmente violaciones a mujeres en centros clandestinos?

No las conozco, respondió Acuña…si me muestra las pruebas…si hubiesen existido me parecería absolutamente reprobable, pero no se me escapa que en ambos bandos hubo civiles que cometieron excesos.

Yo voy a disentir con Casas dice Terraff, ya que usted para mí no es “Amicus Curiae” (que literalmente significa amigos del tribunal) sino un testigo de causa.

“No le entiendo” responde el testigo y Terraff contesta “y yo no entiendo tantas cosas de las que dice usted”… y prosigue:

Usted dijo que por la formación de militares y policías no cree que ellos hayan cometido los hechos de que se los acusa, ¿cómo se explica entonces que Bussi y Menéndez hayan sido condenados por este mismo Tribunal a cadena perpetua por torturas y desaparición de personas?

“Ni Bussi ni Menéndez han torturado ni secuestrado, ahora si alguien lo hizo debe ser condenado.

Si no hay ley que no haya delito, pero un comandante no puede ser condenado por algo que hizo un subalterno sin su conocimiento, respondió Acuña y ¿qué opina de privaciones ilegítimas de la libertad sin orden judicial y violaciones a la noche?

Responde rápidamente Acuña:

“¿Y usted qué opina de personas que han sido secuestradas y escondidas en cárceles del pueblo?, ¿qué opina del asesinato de algún empresario ocurrido acá en Tucumán cuando bajaba de un avión?

Me gustaría que me conteste señor… nooo, ¡acá el que debe contestar es usted!

¿Y qué opina de las violaciones a domicilios sin orden judicial señor Acuña?, otra vez responde el testigo

¿Qué opina usted….?

¡Que es un impertinente!!!!

Contesta Terraff fuera de sí.

Con total tranquilidad entonces Acuña contesta

“Opino que acá hubo una guerra y que las FFAA debieron adecuarse para enfrentarla.

No hubo guerra!!!

Hubo genocidio como dicen los carteles del público grita Terraff

Otra vez sin levantar el tono de su voz Acuña le dice “eso no existió en Argentina”.

A ésta altura la temperatura dentro de la Sala subía al compás de las respuestas y todo parecía una olla en ebullición….no habían ya inconductas en el público pero si cuchicheos en cada rincón, los periodistas apostaban a diferentes finales, los querellantes hablaban por lo bajo, los defensores parecían complacidos, el Tribunal observaba sin perder jamás la compostura….el testigo Carlos Manuel Acuña en tanto, muy seguro y dueño de un absoluto dominio de sus sentimientos, quizás por saber que sus respuestas estaban fundamentadas en sus libros producto de profundas investigaciones seguía sentado como si nada pudiera alterarlo.

Laura Figueroa pidió la palabra y dijo que para esa defensa el testigo no reunía las características de “Amicus Curiae“, acá el testigo afirmó con la vehemencia que la caracteriza, es el mejor defensor que he visto y en tal sentido no puede ser un testigo sostuvo.

Creo que Acuña ha cometido varios delitos en esta audiencia, agregó y que debe ser interrogado por un fiscal.

Por eso no haré preguntas.

Los otros querellantes se sumaron a lo dicho por Figueroa y pidieron la investigación del testigo por haber incurrido en “apología del delito” y “falso testimonio”.

Además criticaron al testigo por haber dicho “injurias contra ese tribunal al decir que la sentencia a Bussi y Menéndez en 2008 fue un disparate”.

Bernardo Lobo Bugeau a su vez desdobló su papel y habló como integrante de la secretaría de DDHH de la Nación y como querellante de la familia Ramos después.

Para concluir Alfredo Terraff con voz severa dijo:

Señor Presidente, en mi carácter de representante del Ministerio Público Fiscal y cumpliendo con mi deber solicito al Tribunal se ordene la inmediata detención del testigo por delito cometido según artículo 213 del Código Procesal Penal de la Nación al haber afirmado “que las apropiaciones ilegitimas de bebés, fueron actos de humanidad y por haber tildado de disparate el fallo de este alto Tribunal.

Por lo tanto le reitero que ordenen la inmediata detención del testigo y se lo ponga a disposición del juez competente.

El Presidente del tribunal pidió un cuarto intermedio de 15 minutos.

En ése tiempo hubo todo tipo de conjeturas y movimientos, fotógrafos que se alistaban, familiares de Menéndez preocupados, conversaciones y rumores acá y allá.

Finalmente el Tribunal ingresó en la Sala.

Carlos Manuel Acuña permanecía impávido como si nada alterara su tranquilidad.

Hasta alguien llegó a decir que acaso la detención hubiese sido favorable para muchos, pues se pondría en evidencia la intolerancia y persecución antes quienes piensan diferente.

Mariano García Zavalía dijo entonces:

Este Tribunal resuelve, por entender que no existen elementos suficientes para justificar que el testigo haya cometido delito en sus declaraciones, no hacer lugar al pedido del señor Fiscal.

Jiménez Montilla dijo con voz seca:

Queda usted desocupado.

Acuña contestó amablemente “Muchas gracias señores” y se levantó pausadamente sin que nadie osara en la Sala un insulto o agravio.

Lo cierto es que las declaraciones de este testigo, el primero por parte de alguno de los imputados, habló durante casi 4 horas en la mañana de ayer con libertad ya que el Tribunal Oral Federal dio muestras en cada oportunidad posible de que exigiría respeto hacia él como hacia todos los testigos que se presenten en este mega juicio como le dicen.

Las declaraciones de Carlos Manuel Acuña fueron firmes, seguras, fundamentadas.

Pueden haber gustado o no y tendrán seguramente diferentes interpretaciones.

Es muy posible que lo que yo entendí no coincida en absoluto con algunas crónicas de otros medios.

Pero eso hace a la libertad de prensa, de expresión y hasta de sentimiento y por eso hay que rescatarlo.

Hubo, como siempre sucede, sentimientos encontrados.

Algunos se fueron molestísimos, otros acongojados y los menos altamente satisfechos con la exposición de este testigo que cuanto menos, es una persona capacitada en el tema y que ha investigado durante años desde el periodismo y después como historiador.

Pero la sensación final es de que por fin alguien se animó a contar, sin pelos en la lengua y sin intereses políticos o militares de por medio, esa parte de la historia que hacen 34 años nos pretenden ocultar.

Repetimos, puede gustar o no, uno puede sentirse más o menos representado o identificado con lo dicho por este experimentado periodista pero ésa es la historia y hay que transmitirla para que el día de mañana cada joven pueda formar su opinión libre de censuras y/o imposiciones.

A la historia la hacen “los malos y los buenos”, la componen todos los que de una manera u otra han sido protagonistas de hechos relevantes y que se conozca TODA la verdad es lo que todos, desde donde nos toque, debemos procurar.

Acuña salió airoso, caminando sin custodia alguna, convencido de haber dicho su verdad.

El tribunal tuvo un gran equilibrio a la hora de tomar decisiones y de hacer respetar al testigo, más allá de cualquier ideología o presión que por ahí se sospeche que puedan tener.

La gente salió conforme o enojada, no importa, pero en ningún momento hubo agravios entre el poco público ni entre los abogados de una u otra parte.

Para mí al menos, eso sí es un triunfo y es una demostración de madurez.
Dios quiera que no me equivoque y ojalá empecemos a comprender de una vez que es hora de terminar con las diferencias, las acusaciones cruzadas, la intolerancia y el autoritarismo.

Cada uno puede pensar como quiera o tener la ideología o el credo que prefiera, pero eso no nos hace mejor ni peor persona.

Si en cambio el ser respetuosos, pacíficos, comprensivos y tolerantes nos hará diferentes y nos ayudará a todos a poder perdonar.

Luz García Hamilton