sábado, 14 de agosto de 2010

EL MOVIMIENTO POR LA VERDADERA HISTORIA

Comunicado del MVH a raíz de los hechos producidos en Tribunales el pasado martes 10 de agosto

Como en todas las jornadas del juicio que se lleva en nuestra ciudad de Córdoba contra militares que combatieron al terrorismo subversivo en los años '70, un grupo de miembros del Movimiento por la Verdadera Historia se hizo presente en Tribunales Federales el pasado 10 de agosto a los efectos de peticionar igualdad ante la ley y juicios contra los miembros de las organizaciones armadas que violaron los Derechos Humanos de miles de personas durante la guerra interna que sufrió el país.

La vicepresidente de nuestra ONG, la Arq. Liliana Raffo, viuda del Tcnl. Horacio Fernández Cutiellos, asesinado por el grupo terrorista "Movimiento Todos por la Patria" (MTP) en el cruento ataque contra los cuarteles de La Tablada en enero de 1989, responsabilizó públicamente al Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, del asesinato de su esposo.

En efecto, existe documentación que vincula al siniestro personaje en cuestión con la banda homicida de Gorriarán Merlo.

De hecho, este último menciona en su libro "Memorias de Enrique Gorriarán Merlo" (de editorial Planeta) a Duhalde como partícipe de las reuniones realizadas en Managua a los fines de coordinar la banda terrorista que acabó con la vida de Fernández Cutiellos.

Así las cosas, mientras el Secretario de DDHH se paseaba con impunidad por los pasillos de Tribunales junto al suspendido juez español Baltasar Garzón, Liliana Raffo no dudó en hacer sentir su presencia; la presencia de una olvidada víctima del terrorismo.

Pero la intolerancia y la falta de respeto por el dolor ajeno que caracteriza a los grupos izquierdistas (mal llamados "organizaciones de derechos humanos") que concurren también al juicio, no tardó en manifestarse.

Las agresiones verbales y los empujones que le propiciaron a nuestra vicepresidente provocaron la intervención de la policía que se encontraba en el lugar.

Señoras de pañuelo blanco se rieron de su condición de víctima, mientras militantes de la pandilla HIJOS coreaban insultos contra quien busca justicia desde hace años y se había encontrado, cara a cara, con uno de los responsables de su tragedia.

Explicados los hechos, cabe aclarar información totalmente falaz publicada por los grandes medios de comunicación:

1) En ningún momento Raffo gritó "Viva la ETA", como informó erradamente el diario La Nación.

Es sabido que nuestra organización repudia el terrorismo criminal de los separatistas en cuestión.

Asimismo, un adherente de nuestra agrupación le hizo una pregunta a Garzón en torno a qué opinaba sobre el apoyo de la ultrakirchnerista Hebe de Bonafini para con los asesinos de la ETA.

2) Liliana Raffo no pertenece a la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina (AFYAPPA) como se informó en casi todas las notas de la prensa.


3) El Sr. Alberto Aprea no es militar, como quiere hacer creer Página 12, presentándolo como un Coronel retirado, miembro de la Unión de Promociones.

4) Ningún miembro de nuestra ONG gritó "Viva la falange española".

No obstante, desconocemos si se trató de algún izquierdista que aprovechó la situación para poner en boca nuestra aquella provocación, o si fue un invento deliberado de la prensa amarillista.

5) El Movimiento por la Verdadera Historia no es una "organización simpatizante de Videla" ni "simpatizante de Menéndez".

Es una ONG que trabaja por los Derechos Humanos de las víctimas del terrorismo de Córdoba, que hace revisionismo histórico y que promueve valores republicanos y democráticos entre sectores de la juventud, participando como adherente de UnoAmérica

(Unión de Organizaciones Democráticas de América).

1 comentario:

  1. milicos de mierda reventaron el pais,desaparecieron torturaron y mataron a compatriotas, nos endeudaron hasta las bolas, se afanaron lo que pudieron y encima dieron asco en malvinas. no puedo creer que existan descerebrados asi que los defiendan y encima en mi provincia, cordoba.

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