Irán, Buenos Aires, Nueva York: el gobierno presiona en todos los frentes
Ayer el cristinismo desató una fuerte ofensiva contra todos los que se opongan a los dictados de su jefa.
Así fue que consiguió el quórum para sancionar el Memorándum de Entendimiento con Irán gracias a dos diputados que renunciaron a sus cargos provinciales y al travestismo político del diputado sanjuanino Mauricio Ibarra, alineado con los hermanos Rodríguez Saá.
Por su parte, Alejandra Gils Carbó, Procuradora General, continuó su ataque contra toda los magistrados judiciales que no le responden, en una convocatoria realizada en la Biblioteca Nacional. Aludió, sin nombrarlo, al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, al hablar de las ventajas de familia judicial y de lobbies oscuros en los tribunales. No quedan entonces dudas de que el gobierno nacional va contra la Corte con la intención de descalificarla.
Por ahora, el kirchnerismo sólo puede utilizar palabras pero no puede reformar la Constitución.
Sí podría, en cambio, sancionar una nueva ley del Consejo de la Magistratura para ampliar su mayoría en el mismo y entonces echar jueces a su gusto.
Pero corre el riesgo de que cumpla lo que dijo Lorenzetti: que toda ley aprobada por mayorías circunstanciales puede ser declarada inconstitucional.
Un salvavidas que está por verse
En el plano internacional ayer se confirmó lo que anticipamos, que en caso de que la Corte de Apelaciones del segundo circuito de Nueva York falle contra nuestro país y a favor de los holdouts, la sentencia no sería acatada por el gobierno.Ésta fue la postura que el abogado norteamericano del Estado nacional, Jonathan Blackman, expuso en los siete minutos que le concedieron en la audiencia.
Todo un indicador de que el gobierno ya asume que la sentencia le será adversa. Asimismo, el diputado Alfonso Prat Gay confirmó nuestro análisis de que la Argentina impulsa el acuerdo con Irán para que los Estados Unidos retribuya influyendo en la Corte de Apelaciones de Nueva York.
Prat Gay opina que los Estados Unidos están aflojando la presión sobre Irán en abierta discrepancia con el gobierno israelí, que podría tomar medidas unilaterales ante la defección americana.
También en el plano local sobran síntomas de endurecimiento. El cristinismo soltó al sindicalista pitbull Roberto Baradell para que le ladre a Daniel Scioli, quien lo había convocado a una reunión para proponerle lo mismo que el ministro de educación de la Nación Alberto Sileoni.
Baradell se retiró indignado de la reunión amenazando con un paro por tiempo indeterminado, a sabiendas de que su jefa, la presidente, es la única que puede solucionar el problema, girándole los fondos a Scioli para pagarles a los docentes el 30% de aumento que reclaman.
En tanto, el gobernador se arma de paciencia, porque sabe que tarde o temprano el gobierno federal tendrá que ceder y enviará los fondos para evitar que se incendie la provincia.
Si algo no se le puede negar al cristinismo es su audacia y ambición.
Pero también corre el riesgo de chocar la calesita, teniendo en cuenta que el año pasado la economía se estancó y que este año es probable una leve recesión.
Es decir que continuaría la estanflación.
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