jueves, 28 de marzo de 2013


REIVINDICACION DE LA LUCHA ARMADA


Una vez más en el marco del 37 aniversario del proceso cívico militar argentino iniciado el 24 de marzo de 1976, el periodista Ernesto Tenembaum entrevistó por la radio Rock & Pop a la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien dejó claramente expresado que reivindica la lucha armada de la cual formó parte su hija, la cual recuperó, una vez muerta, por su amistad con la señora del Gral. Bignone. 

Lo curioso es que, a pesar de que esta señora no veía a su hija desde hacía más de un año, ni tenía comunicación alguna con ella, Carlotto sostiene que al ver el cadáver de su hija se dio cuenta de que habría tenido un hijo, todo, a pesar de que quien había sido su pareja niega que la chica Carlotto estuviera embarazada.

Sostuvo la presunta abuela: 

¿tengo que explicar que hubo una lucha armada que terminó totalmente aniquilada en el operativo independencia? 

(Operativo iniciado en el ámbito constitucional).

“Parece que tenemos que seguir dando exámenes, está todo escrito, claro, el que no quiere entender es porque está en otro planeta. 

Lo malo fue el terrorismo de Estado y lo bueno, una generación que dejó la vida y nos dejó la democracia”, indicó.

“Nosotros reivindicamos la lucha inmensa que dieron esos 30.000 hombres y mujeres para cambiar la historia y a pesar de que hoy no están, creemos que pudieron, que no nos han vencido. 

Porque estamos acá y podemos decir que lo que ellos hicieron fue hermoso: se comprometieron y lucharon por lo que creían justo. 

Reivindicarlos, poder decir en qué organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y sociales militaron nos llena de orgullo, porque tomaron la política como herramienta, esa política de los barrios, las fábricas, las calles. 

Eran militantes del pueblo”.

El día de hoy 26 de Marzo ante la requisitoria periodística agrego: 

Aquella lucha fue como la de San Martín, como la de los próceres que nos dieron la independencia.

Como estoy harto de la mentira, la traición, la genuflexión de los inmorales y de la hipocresía de lo políticamente correcto, me permito disentir con esta señora, su descabellada apreciación de los hechos que se corresponden a un relato fantasioso y faccioso para la justificación de la impunidad de unos y la vendetta sobre los otros de los contendientes, en ese conflicto aun inconcluso de la historia reciente de los Argentinos, donde todos fuimos parte, sólo hay que leer los diarios de época.

Lo bueno es que esta Sra. reconozca “La Lucha Armada”, si fueron 30.000 mil los desaparecidos, es decir, que los que se levantaron en armas fueron muchos más si le sumamos los exiliados.

Bien analicemos entonces:

La lucha armada se llevo a delante a partir de 1974 contra el Gobierno del Gral. Juan D. Perón, el gobierno más votado de la historia Argentina con el 62.85% del padrón electoral.

Nunca en la historia Argentina hubo tanta cordialidad entre gobierno y oposición en esos años producto del abrazo Perón-Balbín que reconcilio a las dos fuerzas mayoritarias en aquella coyuntura.

¿Contra quien era la lucha armada entonces y quienes la llevaban adelante?

La lucha era entonces contra el gobierno constitucional, contra La Constitución y las instituciones de ella, la lucha era para interrumpir la continuidad histórica de La Nación, continuidad histórica que nos diera San Martín, Belgrano, Güemes y tantos hombres y mujeres ilustres de nuestra historia.

No señora, su hija no era emulo de estos grandes próceres, tampoco luchaban por una mejor sociedad, de haber triunfado según la bibliografía escrita por los que acompañaran a su hija en ese ideario habrían fusilado a un millón de Argentinos, su hija perteneció a una generación violenta, que creía arreglar el mundo a balazos y por la fuerza de la dictadura proletaria.

Su hija señora de Carlotto de ninguna manera ella y sus compañeros de lucha contribuyeron a la institucionalización democrática, su hija contribuyo si, a socavar el orden constitucional y abono el camino para la interrupción de un gobierno legitimado con el mayor porcentaje de votos de nuestra historia y Cabe aquí preguntarse Sra. Carlotto, 

¿ante una agresión armada de más de 30.000 combatientes, cómo cree usted debería haber actuado el Estado?

¿Cómo deberían haber encarado la lucha contra un enemigo que se camuflaba entre los inocentes ciudadanos, que operaba sin identificación y por sorpresa, cuyos combatientes de este ejército de sombras estaba altamente entrenado en santuarios extranjeros, como Cuba, el Medio Oriente y Europa del Este?

Finalmente, Señora, es usted un agente de la impunidad de aquellos años.

En primer lugar, Señora, usted se embandera con aquellas organizaciones que ensangrentaron el país, usted carece de pensamiento crítico y reivindica un verdadero baño de sangre, sin más motivos que el imponer a las grandes mayorías por la fuerza, lo que una minoría violenta deseaba, en un derrotero de muertes sin sentido, asesinaban a los que solo expresaban diferencias de pensamiento como a los filósofos Católicos Carlos Sacheri, asesinado frente a sus hijos al salir de misa o Jordán Bruno Genta junto a su familia al dirigirse a misa y tantos inocentes mas, quizás pueda usted explicarlo, yo nunca pude.

En segundo lugar: 

usted parece creer que las acciones criminales de Montoneros y ERP fueron actos libertarios, y las reacciones de las Fuerzas Armadas en esa lucha que usted admira son actos terroristas.

Le recuerdo Señora que según el fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal que juzgo a las Juntas Militares, esas organizaciones que usted reivindica son Asociaciones Ilícitas, o sea que sus miembros fueron y son DELINCUENTES.

Y por último,

señora, nuestro país tenía en 1974 pleno empleo, los trabajadoras tenían paritarias libres y la deuda externa Argentina era de solo $ 2.350 millones de dólares.

Le pregunto y me pregunto: 

¿qué querían los jóvenes que usted reivindica?

¡Para mí es una incógnita…!

¿Seremos los argentinos capaces de dejar el pasado para entrar en el futuro? 

 Es difícil con este tipo de manifestaciones públicas y con justicia a medias.

“Al pasado no hay que criticarlo, 

Hay que superarlo.” Domingo F. Sarmiento.

Ya veremos.

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