sábado, 12 de febrero de 2011

PARA LA PRESIDENTE

HAY CADA VEZMÁS NEGROS NUBARRONES EN EL HORIZONTE

Tiempos realmente muy duros para Cristina F. de Kirchner.

El mundo de fantasía que vivió hasta pocos meses atrás se derrumbó completamente y todo hacer presagiar un negro futuro por delante.

No solo para la presidente, sino también para los principales dirigentes de esa perniciosa construcción política, el FPV, que articuló su esposo mediante la fracasada transversalidad, utilizando parte del peronismo como caballito de batalla y afectando el tradicional sistema de partidos políticos de nuestro país.

Como se recordará, Néstor Kirchner creó ese engendro para aferrarse al poder y lograr mantenerse en el mismo, “sine díe”, a través de la alternancia con su esposa.

Esa posibilidad desapareció completamente y comenzó una diáspora en sus dirigentes y partidarios.

No es para menos, muchos partidarios eran verdaderos mercenarios que se acercaron a los Kirchner solamente por conveniencia e interés, otros, tardíamente se dieron cuenta que Cristina no los llevaba a ninguna parte lado y otros profundamente desilusionados.

La muerte del ex presidente significó un verdadero golpe al tablero político del país, el comienzo del final de esta nueva frustración nacional y la pérdida de una excelente situación extremadamente favorable para el país.

Desaparecido el líder, no hay quien lo reemplace y lo suplante.

Cristina a lo largo de sus más de tres años de gestión ha demostrado que no tiene aptitudes para ejercer liderazgo ni conducción y tiene una clara incapacidad de gestión.

El gobierno está a la deriva y los principales funcionarios gubernamentales desorientados y perdidos.

Frecuentemente se contradicen entre si.

Pero independiente de ello, los problemas que el fallecido ex presidente fue postergando para el futuro, toda la basura, mugre e inmundicia que se fue escondiendo debajo la alfombra, ahora reaparece en la gestión de su esposa que no atina en buscar o intentar solucionar los problemas.

Pero todo enmarcado en un escenario realmente desolador y con un clima francamente negativo.
Tensión, malhumor y conflictos por doquier: cortes de rutas, calles y avenidas, corte de vías férreas, piquetes agresivos y combativos, asentamientos ilegales.
Ausencia del Estado, anomia y casi una verdadera anarquía.
Los conflictos sociales se van incrementando y los pedidos de aumentos salariales de los gremios sobrepasan cifras racionales.

Los robos, secuestros y asesinatos están a la orden del día y en niveles cada vez más violentos y temerarios y la inseguridad constituye la principal prioridad de los ciudadanos.
La ministro de Seguridad, Nilda Garré, no ofrece soluciones ni encuentra soluciones al problema.
Lo único que se animó hacer ante este tétrico panorama, es desarmar la policía y continuar la vieja política del ex presidente, de humillarlos y vejarlos públicamente.

Uno de los sostenes más importantes del régimen, el Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, cada vez se vuelve más exigente y prácticamente está extorsionando amenazadoramente al gobierno con sus exigencias y demandas.

Una corrupción generalizada golpea fuertemente al gobierno y casi todos sus integrantes, desde la presidente y sus ayudantes más cércanos, la mayoría de sus ministros y otros altos funcionarios y jueces están cuestionados y sospechados por graves hechos y actos de escandalosa corrupción.

Los últimos documentos diplomáticos confidenciales que trascendieron por el sitio Wikileaks expresan la apatía y falta de interés del gobierno argentino en perseguir y sancionar los hechos de corrupción.
(Casi podríamos afirmar que buscan disimular, disminuir u ocultar los hechos).

Y así cada vez más mega escándalos, salpican o comprometen directamente al gobierno.
Su relación o responsabilidad con el narcotráfico de drogas descubierto en España es uno de los últimos en aparcer.

Los principales ministros del gabinete han perdido prestigio y han descendido fuertemente en la consideración popular.
Las increíbles e insólitas torpezas verbales del Canciller causan verdaderos estragos en la relación bilateral con los EE.UU y con otros países.
El ministro de Economía, Amado Boudou, otro de los ministros más polémicos por sus desafortunadas declaraciones y extraña concepción económica, figura entre los últimos puestos en el ranking de ministros de economía del continente, según la revista América Economía.

Por otro lado dentro del FPV se configuraron dos líneas con objetivos diferentes pero con una meta final similar.

Una de ellas, encabezada por el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, y por el diputado Carlos Kunkel entre otros “pingüinos” históricos propician y apoyan la reelección de la presidente.
Otra línea, entre los cuales se encuentra el ministro de Planificación Julio de Vido, más realista, proponen otra figura kirchnerista para que tome la posta, ya que muy difícilmente Cristina en franco declive, desgastada por escándalos y la cada vez más visible incompetencia, difícilmente pueda lograr la reelección.

El objetivo final como es fácil de suponer, es asegurar la continuidad en el próximo período presidencial del kirchnerismo.

Obviamente esa decisión no tiene nada que ver con lo que es más conveniente para los argentinos y el país en general.

Antes Cristina era una marioneta en manos de un titiritero perverso y maligno.
Hoy es un títere sin quien la maneje o accione, o expresándolo con mayor exactitud, en manos del primero que la convenza de determinada decisión.
En otras palabras, Cristina está sola.
En una soledad casi total.
Ni siguiera consigue el apoyo familiar.
Los hijos políticamente no tienen ningún peso y desean que su madre se retire de esa actividad.
Como dijo Perón en varias oportunidades, la organización y no la persona es la que transciende en el tiempo. Kirchner intentó armar una organización.
Pero falló en la instrumentación, así como falló en tantas otras cosas.

Las organizaciones se basan en lealtades y claros objetivos políticos.
En este caso las lealtades no fueron genuinas, fueron compradas o extorsionadas.
Y los objetivos de este gobierno, sin ideología definida, nunca fueron claros, concretos y precisos.
No es un gobierno de izquierda, no es “progresista” y tampoco es de derecha.

Con este panorama complicado y sumamente complejo, Cristina recientemente volvió a caer en un profundo pozo depresivo que prácticamente la sacó varios días de la actividad gubernamental.
La bipolaridad se evidencia cada vez más frecuentemente, reduciendo notablemente su actividad mientras el país sigue sin conducción y sin rumbo.

Pero si estas enormes dificultades fueran poco, tomó estado público una cuestión íntima y personal, que si bien se sabía en su círculo más cercano, ahora es vox populi.

Hace muchos años, más de una década, que el ex presidente tenía una amante que trabajaba en el gobierno y que se movía libremente por la Casa Rosada, prácticamente en las narices de la presidente.

Esa relación era conocida y soportada por Cristina.
Una provocación y humillación permanente de más de una década.
Hacía años que los Kirchner no convivían en la misma alcoba.

El matrimonio se mantenía para mantener su imagen pública, pero la relación era básicamente una relación política y comercial.

En síntesis el panorama es verdaderamente decepcionante.
Cristina, caída y golpeada, deprimida y humillada, con una intensión de voto por debajo del 30%, debe tomar la decisión, si se presenta a la reelección o si entroniza otro kirchnerista para sucederla.
Lamentablemente esta persona aún no existe.

En ambos casos el objetivo primordial, no entra dentro de lo más necesario o conveniente para el país.
Lo esencial de la decisión es tratar de volverse a burlar de los argentinos, evitando las consecuencias de haber trasgredido tantas veces las leyes y la Constitución.

Esta vez no será posible. Los Kirchner enseñaron a los argentinos lo que está expresado en esta sencilla frase “Memoria, juicio y castigo”.

Ni la presidente ni sus seguidores más conspicuos evitarán esta vez el largo desfile por los juzgados y largos años de cárcel.
Alfredo R. Weinstabl
HAY CADA VEZ MÁS NEGROS NUBARRONES EN EL HORIZONTE
Tiempos realmente muy duros para Cristina F. de Kirchner. El mundo de fantasía que vivió hasta pocos meses atrás se derrumbó completamente y todo hacer presagiar un negro futuro por delante.
No solo para la presidente, sino también para los principales dirigentes de esa perniciosa construcción política, el FPV, que articuló su esposo mediante la fracasada transversalidad, utilizando parte del peronismo como caballito de batalla y afectando el tradicional sistema de partidos políticos de nuestro país.
Como se recordará, Néstor Kirchner creó ese engendro para aferrarse al poder y lograr mantenerse en el mismo, “sine díe”, a través de la alternancia con su esposa. Esa posibilidad desapareció completamente y comenzó una diáspora en sus dirigentes y partidarios.
No es para menos, muchos partidarios eran verdaderos mercenarios que se acercaron a los Kirchner solamente por conveniencia e interés, otros, tardíamente se dieron cuenta que Cristina no los llevaba a ninguna parte lado y otros profundamente desilusionados.
La muerte del ex presidente significó un verdadero golpe al tablero político del país, el comienzo del final de esta nueva frustración nacional y la pérdida de una excelente situación extremadamente favorable para el país. Desaparecido el líder, no hay quien lo reemplace y lo suplante.
Cristina a lo largo de sus más de tres años de gestión ha demostrado que no tiene aptitudes para ejercer liderazgo ni conducción y tiene una clara incapacidad de gestión.
El gobierno está a la deriva y los principales funcionarios gubernamentales desorientados y perdidos. Frecuentemente se contradicen entre si.
Pero independiente de ello, los problemas que el fallecido ex presidente fue postergando para el futuro, toda la basura, mugre e inmundicia que se fue escondiendo debajo la alfombra, ahora reaparece en la gestión de su esposa que no atina en buscar o intentar solucionar los problemas.
Pero todo enmarcado en un escenario realmente desolador y con un clima francamente negativo. Tensión, malhumor y conflictos por doquier: cortes de rutas, calles y avenidas, corte de vías férreas, piquetes agresivos y combativos, asentamientos ilegales. Ausencia del Estado, anomia y casi una verdadera anarquía. Los conflictos sociales se van incrementando y los pedidos de aumentos salariales de los gremios sobrepasan cifras racionales.
Los robos, secuestros y asesinatos están a la orden del día y en niveles cada vez más violentos y temerarios y la inseguridad constituye la principal prioridad de los ciudadanos. La ministro de Seguridad, Nilda Garré, no ofrece soluciones ni encuentra soluciones al problema. Lo único que se animó hacer ante este tétrico panorama, es desarmar la policía y continuar la vieja política del ex presidente, de humillarlos y vejarlos públicamente.
Uno de los sostenes más importantes del régimen, el Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, cada vez se vuelve más exigente y prácticamente está extorsionando amenazadoramente al gobierno con sus exigencias y demandas.
Una corrupción generalizada golpea fuertemente al gobierno y casi todos sus integrantes, desde la presidente y sus ayudantes más cércanos, la mayoría de sus ministros y otros altos funcionarios y jueces están cuestionados y sospechados por graves hechos y actos de escandalosa corrupción.
Los últimos documentos diplomáticos confidenciales que trascendieron por el sitio Wikileaks expresan la apatía y falta de interés del gobierno argentino en perseguir y sancionar los hechos de corrupción. (Casi podríamos afirmar que buscan disimular, disminuir u ocultar los hechos).
Y así cada vez más mega escándalos, salpican o comprometen directamente al gobierno. Su relación o responsabilidad con el narcotráfico de drogas descubierto en España es uno de los últimos en aparcer.
Los principales ministros del gabinete han perdido prestigio y han descendido fuertemente en la consideración popular. Las increíbles e insólitas torpezas verbales del Canciller causan verdaderos estragos en la relación bilateral con los EE.UU y con otros países. El ministro de Economía, Amado Boudou, otro de los ministros más polémicos por sus desafortunadas declaraciones y extraña concepción económica, figura entre los últimos puestos en el ranking de ministros de economía del continente, según la revista América Economía.
Por otro lado dentro del FPV se configuraron dos líneas con objetivos diferentes pero con una meta final similar.
Una de ellas, encabezada por el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, y por el diputado Carlos Kunkel entre otros “pingüinos” históricos propician y apoyan la reelección de la presidente. Otra línea, entre los cuales se encuentra el ministro de Planificación Julio de Vido, más realista, proponen otra figura kirchnerista para que tome la posta, ya que muy difícilmente Cristina en franco declive, desgastada por escándalos y la cada vez más visible incompetencia, difícilmente pueda lograr la reelección.
El objetivo final como es fácil de suponer, es asegurar la continuidad en el próximo período presidencial del kirchnerismo.
Obviamente esa decisión no tiene nada que ver con lo que es más conveniente para los argentinos y el país en general.
Antes Cristina era una marioneta en manos de un titiritero perverso y maligno. Hoy es un títere sin quien la maneje o accione, o expresándolo con mayor exactitud, en manos del primero que la convenza de determinada decisión.
En otras palabras, Cristina está sola. En una soledad casi total. Ni siguiera consigue el apoyo familiar. Los hijos políticamente no tienen ningún peso y desean que su madre se retire de esa actividad. Como dijo Perón en varias oportunidades, la organización y no la persona es la que transciende en el tiempo. Kirchner intentó armar una organización. Pero falló en la instrumentación, así como falló en tantas otras cosas.
Las organizaciones se basan en lealtades y claros objetivos políticos. En este caso las lealtades no fueron genuinas, fueron compradas o extorsionadas. Y los objetivos de este gobierno, sin ideología definida, nunca fueron claros, concretos y precisos. No es un gobierno de izquierda, no es “progresista” y tampoco es de derecha.
Con este panorama complicado y sumamente complejo, Cristina recientemente volvió a caer en un profundo pozo depresivo que prácticamente la sacó varios días de la actividad gubernamental. La bipolaridad se evidencia cada vez más frecuentemente, reduciendo notablemente su actividad mientras el país sigue sin conducción y sin rumbo.
Pero si estas enormes dificultades fueran poco, tomó estado público una cuestión íntima y personal, que si bien se sabía en su círculo más cercano, ahora es vox populi.
Hace muchos años, más de una década, que el ex presidente tenía una amante que trabajaba en el gobierno y que se movía libremente por la Casa Rosada, prácticamente en las narices de la presidente.
Esa relación era conocida y soportada por Cristina. Una provocación y humillación permanente de más de una década. Hacía años que los Kirchner no convivían en la misma alcoba.
El matrimonio se mantenía para mantener su imagen pública, pero la relación era básicamente una relación política y comercial.
En síntesis el panorama es verdaderamente decepcionante. Cristina, caída y golpeada, deprimida y humillada, con una intensión de voto por debajo del 30%, debe tomar la decisión, si se presenta a la reelección o si entroniza otro kirchnerista para sucederla. Lamentablemente esta persona aún no existe.
En ambos casos el objetivo primordial, no entra dentro de lo más necesario o conveniente para el país. Lo esencial de la decisión es tratar de volverse a burlar de los argentinos, evitando las consecuencias de haber trasgredido tantas veces las leyes y la Constitución.
Esta vez no será posible. Los Kirchner enseñaron a los argentinos lo que está expresado en esta sencilla frase “Memoria, juicio y castigo”.
Ni la presidente ni sus seguidores más conspicuos evitarán esta vez el largo desfile por los juzgados y largos años de cárcel.
por Alfredo R. Weinstabl

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