sábado, 13 de marzo de 2010

LOS PRESOS POLITICOS BAJO EL REGIMEN KIRCHNERISTA

Kirchner, verdadero aventurero pragmático y oportunista, llegó al poder por descarte, en una forma casi casual, llevado de la mano del ex presidente Duhalde.

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Su escasísima legitimidad de origen lo impulsó rápidamente a adoptar medidas para acrecentar y fortalecer su poder político.

Entre estas, encontró un nicho vacío que ocupó rápidamente: el de los “Derechos Humanos”.

Es así que Kirchner, que en sus largos años en la política en su provincia natal en donde jamás se preocupó por este tema, se abocó de lleno a ello, con la idea de captar esa franja de militantes de la extrema izquierda, básicamente las antiguas organizaciones revolucionarias y terroristas que no tuvieron cabida ni inserción en los anteriores gobiernos democráticos.

Con ese objetivo, sin ningún tipo de escrúpulos se dedicó a demonizar a las Fuerzas Legales (FF.AA., FF.SS. Y Policiales) y atacarlas sin miramientos de ninguna clase y sin considerar o tener en cuenta que estaba atentando y destruyendo instituciones fundacionales y fundamentales de nuestro país.

Es así que hoy día, las FF.AA. no son operativas y la Policía está desmotivada y desmoralizada y con un nivel operativo mínimo.

Una de las responsabilidades esenciales de un Estado, la seguridad externa e interna, no se cumple adecuadamente y ese hecho podría comprometer la existencia misma del país.
Hecha esta breve introducción quiero referirme, no a los sucesos ocurridos en la década del 70 sobre la cual hay abundante bibliografía para consultar, sino a la situación actual de los uniformados detenidos a disposición de la Justicia impulsados por la política de “Derechos Humanos” de este gobierno.


Sintéticamente las Fuerzas Legales derrotaron a la subversión apátrida en la década del 70, pero luego, por los increíbles vericuetos de la política vernácula, perdieron la guerra, casi 25 años después.

La guerra contra la subversión y el terrorismo fue ejecutada por mandato de un gobierno constitucional en la década del 70 y ejecutada orgánica e institucionalmente por las Fuerzas intervinientes.

Para ser más claro y no dejar ninguna duda las operaciones militares fueron realizadas siguiendo estrictamente las directivas emanadas de las cadenas de mando correspondientes y siguiendo procedimientos especificados en los reglamentos vigentes.

Durante el transcurso de los gobiernos constitucionales que se sucedieron desde el año 1983, hubo diferentes modos de enfocar el fin al conflicto y cerrar las heridas de la guerra fratricida hasta que en el año 1998, el presidente Menem decidió finalizar este capítulo negro de nuestra Historia, amnistiando a los combatientes de ambos bandos y de esa manera recuperar la paz social imprescindible para construir el futuro. (ref.1)

Pero increíblemente cuando las heridas ya estaban cicatrizadas, Kirchner luego de casi treinta años de los hechos, anulo todo lo actuado y reabrió los procesos.

Pero insólitamente únicamente contra las Fuerzas Legales.

Kirchner y su consorte reinstalaron nuevamente el rencor y el odio en la sociedad argentina.

No solo en este caso, sino en muchísimos otros sectores o actividades.

En el tema que nos ocupa, hay dos factores principales para analizar la situación absolutamente discriminatoria, parcial y a todas luces totalmente injusta y perversa de los actuales presos políticos en nuestro país.

Por un lado la falta de memoria política.

No es nada difícil conocer acabadamente nuestro reciente pasado.

Para interiorizarse de la historia de esos aciagos días, simplemente se debería consultar los periódicos, revistas y otras publicaciones de esa época y las declaraciones de los políticos y dirigentes en general.

Había un pedido, una verdadera exigencia política y popular, de que se combata y termine con el flagelo de la subversión y el terrorismo.

Hoy día, pasado esa angustiante época de secuestros, crímenes de todo tipo, asesinatos y cárceles del pueblo, aquellos que imploraban el restablecimiento de la seguridad colectiva, por no estar afectados directamente por la presente situación, miran disimuladamente hacia otro lado buscando no involucrarse y dejando que el déspota ejecute libremente sus perversos desligaos.

Y sumados a ello la gran “mayoría silenciosa”.

Esa enorme cantidad de personas tienen un papel meramente pasivo y son guiadas y conducidas por el gobernante de turno.

Incluye a las personas que nacieron al principio de la década del 70 que ahora tienen 40 años de edad y que no tuvieron la vivencia personal de los sucesos de esa guerra.

Este estrato de la ciudadanía tan numeroso es apolítico e indiferente a la política, totalmente inactivo en ese sentido y se abstienen de actividades relacionadas.

Kirchner, aprovechando las características de este sector, mediante la manipulación de los medios, instaló en la mente de la mayoría, la idea de un genocidio efectuado por los “perversos” uniformados y una escandalosa y absolutamente falsa tergiversación de la historia verdadera.

Actualmente hay del orden de 800 uniformados presos por supuestas violaciones a los derechos humanos.

Hay más de 80 que han fallecido en prisión.

Al respecto quiero destacar, una gravísima incongruencia y por otra parte verdaderas trasgresiones a los tan publicitados y promocionados “Derechos Humanos”.

En principio el gobierno, por intermedio de su justicia adicta y corrupta, está llevando a cabo con el personal militar, de fuerzas de seguridad y policiales un enorme circo mediático

Los actuales Coroneles y Teniente Coroneles e inclusive menores jerarquías actualmente detenidos y los equivalentes en las demás Fuerzas, en aquella época, eran oficiales subalternos o suboficiales de jerarquías muy bajas.

La mayoría en aquel entonces, eran simples tenientes o subtenientes.

Cualquier que haya hecho el servicio militar o que tenga un mínimo de criterio sabe que las jerarquías nombradas tienen una autonomía propia, extremadamente acotada y prácticamente ninguna libertad de acción.

Dentro de la estructura jerárquica, su misión se limita a cumplir órdenes o directivas o hacerlas cumplir.

En las estructuras jerárquicas de cualquier tipo, y en particular las militarizadas, el de mayor jerarquía es el que se lleva los honores de los aciertos y victorias y en contraposición, también la vergüenza y deshonra, en los errores y derrotas.

El resto de la estructura simplemente cumple órdenes.

Es lo que se conoce no solo en este país, sino en todo el mundo, como la “obediencia debida”.

El otro aspecto, grave, extremadamente grave, es la escandalosa vulneración y transgresión a principios jurídicos universales.

Hay más de una docena de principios elementales violados sistemáticamente. (ref.3)

Hay detenidos que ya llevan cerca de diez años de detención sin proceso y sin condena.

Hay octogenarios gravemente enfermos presos en las cárceles comunes.

¿Pensarán los jueces que estos intentarán huir para no otorgarles el beneficio de la prisión domiciliaria?

Nada más lejano a un Estado de Derecho en este país de los cacareados “Derechos Humanos”.

El rencor, el odio y el resentimiento de la demencial pareja real, hacen que se trate con ese ensañamiento cruel alejado totalmente de lo que significa la Justicia.

Los complacientes y obedientes jueces y fiscales saben perfectamente los verdaderos atropellos y atrocidades jurídicas que están cometiendo para satisfacer los enfermizos delirios revanchistas de los déspotas.

Ya llegará el día en que deberán rendir cuentas de sus actos.

Mientras persista el antimilitarismo de Kirchner, la Argentina continuará en este estado de indefensión y “...solo conseguirá el callado desprecio de sus vecinos, amigos y rivales…” (ref.4)

Dr. Alfredo Raúl Weinstabl

1 comentario:

  1. Mario Omar, quisiera pedir que empecemos a organizar una convoctoria, donde podamos rendirle un profundo Homenaje a los PRESOS POLITICOS que han sido asesinados en las Carceles del pueblo, y de tal manera pedir que quienes nos acompañan como retirados, se pongan sus Uniformes para darle Honores en la PLAZA SAN MARTIN.
    Deseo que podamos hacer entre todos algo de lo que me uno a todos ustedes, es urgente que nos empecemos a manifestar, ya que los politicos sigue durmiendo ante tanto crimen que se esta produciendo, ya son 90 los Hombres Militares que han padecido la tortura de la pena de muerte lenta, en el abandono de persona que la Justicia y los demas poderes de Estado estan cometiendo. Basta de silencio!, salgamos a luchar con nuestra voz y nuestro reclamo que es un Derecho Humano que deb ser respetado, ya que todos hasta ahora tuvieron la oportunidad de manifestar, este es nuestro momento.
    Aquel Militar retirado que no quiera vestir su Uniforme entonces que no asista, porque ya es hora de ponernos de pie y entonar con nuestra voz el grito del Silencio.
    Un saludo cordial, de Erica Solange Scheller.

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